La Cumbre/Cimera de la frontera estuvo en Valladolid
Recién llegado de Porto, tras un paso por Vila Real, y sentado ante el ordenador ordenando el conjunto de informaciones que se han producido estas dos jornadas de ‘cooperación transfronteriza’, viene a colación que la verdadera Cumbre Ibérica para las provincias de Zamora y Salamanca, como para sus vecinos/hermanos de Tràs-os-Montes, y ¿la Beira Interior?, estaba en Valladolid.
Mientras que en Vila Real todo era un conjunto de ‘declaración de intenciones’ –cuántas intenciones en 29 años- sobre infraestructuras de transporte transfronterizo –todo ferroviario-, nada se habló de las carreteras, el primer y más importante eslabón en las comunicaciones para el desarrollo de los territorios desfavorecidos. Así, en la Cumbre Ibéria de los primeros ministros establece “compromisos temporales para el desarrollo de las principales comunicaciones, siendo conferida prioridad a la inversión en redes ferroviarias destacando los avances coordinados de las líneas férreas Sines-Lisboa / Caia-Madrid –Irún – Aveiro. Vilar Formso / Fuentes de Oñoro – Salamanca – Medina del Campo – Irún y Porto – Vigo. ¡Ojo zamoranos la unión con Porto, si es que esta se lleva a cabo… Mucho nos temenos que sea una intención. A esperar y no hacernos viejos.
A partir de ahí, solo los Centros de Cooperación Policial y Aduanera (CCPA) hispano-portugueses, “como canal de intercambio de información policial y de inteligencia”. Es decir, el control de las personas, no su bienestar. Que sea por el bien de la seguridad. A este respecto, los ministros de Interior de España y Portugal, Zoido y Urbano de Sousa se han comprometido a desarrollar un proyecto para dotar de la infraestructura adecuada (rehabilitación de edificio para su uso conjunto con fondos de la Unión Europea) al CCPA de Vilar Formoso-Fuentes de Oñoro.
Y acabaron las declaraciones de intenciones. Es decir, nada! Palabras huecas, promesas, estudios, más proyectos, dineros que se esfuman entre los estudios y proyectos y las carreteras de la frontera sin arreglar, los pueblos sin gente, los mayores poblando los pueblos, sequía, asfixia a los ganaderos, sin industria y, para colmo, la aprobación de una mina de uranio. Toma ya!
La cumbre de Valladolid
Pero es que mientras los primeros ministros y sus ministros mantenían frescas y blindadas reuniones en palacios portugueses, los verdaderos problemas de la frontera se estaban tratando en el Colegio de la Asunción de Valladolid, en la Consejería de Presidencia de la Junta de Castilla y León.
El vicepresidente y consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, acompañado por la viceconsejera de Ordenación del Territorio y Relaciones Institucionales, María de Diego, y por el delegado territorial de Zamora, Alberto Castro, recibía a una delegación de algunos municipios de la Región Norte de Portugal, encabezada por el presidente de la Cámara Municipal de Miranda do Douro, Artur Nunes, acompañado por los presidentes de Mogadouro, Francisco Guimarães, Torre de Moncorvo, Nuno Gonçalves; Carrazeda de Ansiaes, Jose Luis Correia; y Vila Flor, Fernando Barros.
En esta reunión se han analizado conjuntamente las barreras que aún existen en la zona transfronteriza de Castilla y León y Portugal, con el fin de continuar impulsando medidas para mejorar la calidad de vida de quienes habitan en los territorios de frontera, así como para avanzar en la dinamización económica de este territorio rayano. En concreto, se ha examinado la realidad de la cooperación transfronteriza en materias como el transporte, la movilidad de los trabajadores, la asistencia sanitaria, la protección civil o el medio ambiente, entre otras. En el ámbito del transporte, tanto los representantes de la Junta como los de los municipios de la Región Norte de Portugal han coincidido en la necesidad de conectar los dos países y de crear un verdadero corredor de cooperación entre la región lusa y Castilla y León. Esperemos que los vecinos portugueses hagan despertar a la Junta del sueño de la cooperación transfronteriza.
Por fin! La Junta de Castilla y León se reúne con los vecinos de Tràs-os-Montes, qué pena no estar también los de Beira Interior, y comenzar un camino de desarrollo conjunto. De la mano ambas partes de la frontera en el deseo de solucionar problemas que son comunes. Esta es la realidad que más nos debe interesar, porque son los asuntos cercanos, los que tienen solución porque van en las carpetas de los dirigentes más cercanos, los que sufren cada día las quejas de sus vecinos y los que saben cómo ponerle remedio si las administraciones superiores se dejasen de tantas intenciones y asumiesen la realidad diaria de los ciudadanos.
Bienvenido sea este nuevo acercamiento. Bien abierta esté la puerta de la cooperación y de que, una vez por todas, castellanos, leoneses, zamoranos, salmantinos, transmontanos y beirões, busquen soluciones juntos porque los problemas son comunes y, también, que unos y otros dejen de darse la espalda porque, si a una zona le va bien, a la otra también. Y exijan que esos mega encuentros, como el de Vila Real, se preocupen más de los ciudadanos y sus problemas y menos de tantas intenciones de megaproyectos que, de ponerse en marcha, llevarán años y más años, porque, no hace falta que lo diga Costa, ya sabemos los habitantes del Duero que la frontera entre España y Portugal es un punto de unión y no un línea de separación. Por cierto, si existe separación, mucha culpa la tienen quienes asisten a las 29 Cumbres/Cimeras Ibéricas, cachis!
PD.: No estaría mal que la Junta de Castilla y León organizase un gran encuentro con las Câmaras Muncipales fronterizas o en el radio de acción, así como las diputaciones y los ayuntamientos fronterizos y en el radio de acción –como unos 42 kilómetros de la frontera-. A esperar!