Entre otras propuestas, el Parque del Baldío, junto a La Aldehuela, acogerá talleres básicos de educación canina para niños y adultos, de 18.00 a 20.00 horas, los días 3, 17, 24 y 30 de junio. Por otro lado, los parques de Jesuitas, Valhondo, la Plaza de Baleares y el parque de Don Juan Tenorio acogerán a la misma hora, los días 2, 9, 16 y 23 de junio, respectivamente, talleres de iniciación al Agility para perros a partir de un año y educados en obediencia básica. Estas iniciativas contarán con la colaboración de los perros de la Unidad Canina de la Policía Local.

Para la participación en cada uno de los talleres (con un límite de ocho plazas por taller) es necesario inscribirse en la sección de Salud Pública del Ayuntamiento de Salamanca (calle Valencia 19, primera planta del Mercado de San Juan, o en el teléfono 923 245 575).

En suma a lo anterior el Ayuntamiento repartirá 200 carteles y 3.000 tarjetones relativos a la campaña antiabandono más otros 200 carteles que anuncian los talleres Agility en clínicas veterinarias, tiendas de animales y centros municipales.

El año pasado los talleres de educación canina congregaron a 60 participantes (en cuatro talleres) y se desarrollaron medio centenar de talleres sobre tenencia responsable de animales para más de 1.000 escolares de Infantil y Primaria.

Zonas de perros

El Ayuntamiento de Salamanca creará once nuevas zonas para perros en la ciudad, lo que permitirá pasar de las seis actuales a 17, con más de 139.000 metros cuadrados para las mascotas, según datos municipales.

El Consistorio destinará cerca de 140.000 euros a la creación de estos espacios que se ubicarán en los parques Chinchibarra (Garrido Norte), en la calle Nueva de San Bernardo, en el Paseo del Lunes de Aguas (Tejares), en Los Jerónimos (Prosperidad), en Vistahermosa, en la Plaza de la Concordia (Garrido Sur), en la calle Plasencia, en El Rollo, en la calle Alfareros (Pizarrales); en la calle La Radio, junto al Túnel de la Televisión (Rollo) y en los barrios de Los Alcaldes y El Zurguén.

Todas estas zonas estarán "perfectamente señalizadas", contarán con un vallado perimetral de madera que delimita el espacio y con muelle de cierre. Además, cada zona dispondrá de una fuente de agua, con diferentes alturas, para uso de perros y personas, y un 'sanecan' (papeleras para excrementos de perros) donde depositar las bolsas con las deyecciones.