05 luisa ventola

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Salamanca

Asaljar, 25 años de ayuda contra la ludopatía

5 noviembre, 2017 08:15

El juego es parte de la vida, siempre se gana y se pierde algo. En era moderna, la búsqueda de dinero fácil lleva a muchos seres humanos a hacer del juego más que una forma de vida, una obsesión que deriva en enfermedad. En la época de las nuevas tecnologías, este problema se globaliza y sobre todo viraliza entre los más jóvenes.

Periódicos, radios, televisión, internet, bares, restaurantes, bingos, son sólo parte del entorno en el que podemos encontrar posibilidades de jugar. Según datos oficiales, la industria del juego en España supone unos ingresos públicos de 19.000 millones de euros y el negocio privado mueve un total que supera los 30.000 millones de euros.

La ludopatía es una alteración progresiva del comportamiento por la que la persona siente una necesidad incontrolable de jugar, menospreciando cualquier consecuencia negativa. El juego genera estrés y tensión, que paradójicamente se convierten en el elemento que lo mantiene como conducta. Pero las pérdidas económicas generan una progresiva pérdida de autoestima que provoca a su vez la enfermedad. Las ganancias no se recogen, sino que incitan a seguir jugando, y tanto si pierde como si gana, se experimenta un estado de tensión que impulsa a seguir jugando y dificulta el abandono.

Ya no es sólo esa persona que jugaba a las tragaperras, ha dejado de ser un trastorno de impulsos para ser reconocida como una adicción, pues aunque no hay que desintoxicar físicamente, tampoco hay una prevención social. Existe una incitación permanente, 24 horas, 365 días, en cualquier lugar con disponibilidad absoluta, lo que produce un estímulo-respuesta inmediato.

La adicción a internet, pese a que no es nada conocida, es en la actualidad uno de los más serios riesgos al que nos vemos sometidos, por el campo tan amplio de posibilidades que ofrece a aquel que lo usa. Y, cómo no, el juego no deja de estar presente sino que subyace en todas y cada una de las estructuras de la red, por no decir que de la sociedad, ya que son muchas las casas de apuestas y juego on line que se anuncian en los periódicos, radios y que incluso patrocinan equipos de fútbol.

Como todo proceso adictivo, es gradual y no siempre perceptible para los que nos rodean, ya que, a diferencia del juego de azar convencional, este se realiza dentro de casa, sin más personas alrededor. Las primeras señales que han de encender nuestras luces de alarma son la privación del sueño, la fatiga e incluso un paulatino y sospechoso deterioro de la salud. Todo ello seguido de un decremento de la comunicación con la familia, el círculo social, etcétera. La depresión es el gran síntoma, junto con los cambios en el estado anímico, las alteraciones del humor, ansiedad, impaciencia, alteraciones de la conciencia y el más completo aislamiento.

Asaljar, 25 años de apoyo

Para ayudar a salir de esta enfermedad, la Asociación Salmantina de Jugadores de Azar Rehabilitados (Asaljar), con sede en la plaza de San Vicente, lleva un cuarto de siglo ofreciendo apoyo y asesoramiento a las personas con problemas de ludopatía, no sólo de Salamanca, también de Ávila y Zamora. Desde el año 1992 esta asociación no gubernamental, de naturaleza benéfico-social sin ánimo de lucro, de carácter altruista y con marcada proyección de servicio social y utilidad pública, ha ayudado a cientos de salmantinos.

Ludópatas en una terapia de grupo

La finalidad fundamental, su razón de ser, es acoger, reunir e integrar a personas con problemas relacionados con el juego de azar y de apuesta y a sus familiares, para ayudarles a superar este problema y sus desagradables consecuencias. “En definitiva, somos los únicos en Salamanca que atendemos esta patología y algunas derivadas, y queremos que, si te encuentras inmerso en esta enfermedad o conoces a alguien, una familiar, un compañero o un amigo, no lo pienses dos veces”, explica Luisa Ventola, psicóloga de la asociación.

¿Cómo es el proceso de ayuda?

Cuando un enfermo ludópata o un familiar o amigo de un enfermo deciden ponerse en contacto con Asaljar, la primera voz que escuchará será siempre la de un compañero de la asociación rehabilitado, preparado y formado para este cometido. “Todos los días hay alguien que por las tardes está en la asociación atendiendo el teléfono o el correo electrónico, pero también hay enlaces de guardia permanente. Una vez hecha la primera toma de contacto, existen diferentes terapias y entrevistas”.

Habitualmente, la persona que ha decidido ponerse en contacto con la asociación, lo hace a través del teléfono 923261517, para lo cual existe un grupo denominado de atención. No obstante, muchos enfermos ludópatas vienen derivados del sistema sanitario de atención primaria, concretamente desde los centros de salud.

Después, la recepción de las personas la llevan a cabo monitores responsables de acogida, que son un grupo compuesto generalmente por jugadores completamente rehabilitados que han recibido una formación específica para el desempeño de esta actividad. Dependiendo del caso, tipo de jugador o problemática, en ocasiones requiere la presencia de la técnico especialista. “Se produce así un efecto espejo, los recién llegados ven que se pueden rehabilitar y quienes lo han conseguido refuerzan sus convicciones”, añade Luisa Ventola.

Cada son más los jóvenes que precisan ayuda debido a las apuestas deportivas por internet, “se ve incluso bien entre grupos de amigos”. Pero las consecuencias negativas son las mismas pese a que no haya síntomas evidentes físicos como los que producen el alcohol y las drogas. De hecho, se ha creado un nuevo grupo de ayuda exclusivamente para tratar esta adicción a las apuestas.

Por otro lado están las entrevistas diagnósticas, realizadas por el técnico especialista, donde se confirma o no si existe ludopatía y se sondea en busca de otros tipos de patologías o y trastornos. Una vez centrado el problema, se determina qué tipo de programa terapéutico es el oportuno y se pasa a incluir al enfermo en la terapia más adecuada a su caso.

Jóvenes en una casa de apuestas deportivas

Además, están los tratamientos individuales. Dadas las características particulares de la enfermedad y la amplitud de la problemática a la que se enfrentan los enfermos (social, laboral, interpersonal, familiar, legal...), en ocasiones la especialista arbitra reuniones individuales con determinados pacientes que así lo requieren. Se suelen llevar a cabo, según cada caso, bien de manera individual, solamente el enfermo, o conjunta con su familiar de apoyo.

Mientras, en los grupos de autoayuda, como Asaljar, el concepto de mutualidad y reciprocidad está presente en todo momento, así como el principio terapeútico de ayuda. “Es fundamental el intercambio de las experiencias de los miembros, creando unos vínculos entre todos que desembocan en una involucración como iguales de todos los miembros. Importante es también reseñar la importancia del grupo como referencia normativa, que ejerce el control social del mismo. En definitiva, un modelo que persigue la consecución de objetivos comunes, a través de la información, la guía y el apoyo mutuo”, explica la psicóloga Luisa Ventola.

Actualmente son entre 160 y 200 las personas que acuden semanalmente a Asaljar, divididos en cuatro grupos de ayuda. Si las personas con el problema de adicción acuden con periodicidad y regularidad a las terapias, el éxito de poder rehabilitarse es de un 95%. “Si no se tiene conciencia del problema, se está abocado a recaer, por eso es fundamental no dejar la terapia”.

¿Cómo se llega a la ludopatía?

Suele ser principalmente de dos formas. La primera, por lo que se conoce como aproximación casual, o lo que se conoce como probar suerte invirtiendo una pequeña cantidad de dinero. La segunda de las vías es la del juego como actividad social. En ésta, son invitados a participar de manera conjunta en el juego.

Como toda enfermedad, tiene sus fases. La primera, de ganancias, un grupo importante de jugadores patológicos que les tocaron premios en sus primeros contactos con el juego. Se produce lo que se conoce como ilusión de control, minimizando las pérdidas. Pero éstas legan, cada vez se apuesta más, se invierte más tiempo y se está gradualmente más solo. Entonces llega la desesperación y pánico por las deudas contraídas, por la necesidad de devolver lo prestado, dolor por la pérdida de relaciones, cambios en el rol social y en la valoración de los otros, etcétera.

Los factores que favorecen convertirse en un ludópata son muchos y variados. Los principales son, por ejemplo, disponer de mucho tiempo libre, tener gran cantidad de dinero o no tenerla y ver en el juego una posibilidad fácil de obtenerlo, tener dificultad para controlar las actividades cotidianas, la facilidad de acceso a los juegos de azar, la necesidad de autoafirmación, la sensación de control sobre la suerte, etcétera.

Por eso, si un familiar o amigo nota un cambio de carácter sin explicación aparente, que no se asumen responsabilidades de vida, incomunicación, mentiras y que desaparece dinero, ahí puede haber un problema de ludopatía y es aconsejable llamar a la asociación Asaljar.

Tipos de jugadores

- Jugador social: es aquel que juega por placer. Gasta una cantidad de dinero que puede asumir y lo hace durante un tiempo limitado, sin continuidad ni dependencia.

- Jugador profesional: es aquel cuyo modo de ganar dinero es el juego. Como tal profesional, carece de implicación emocional.

- Jugador problema: es aquel que corre el riesgo de convertirse en jugador patológico. (Pérdidas económicas ocasionales, descontroles eventuales en la conducta, etcétera)

- Jugador patológico: es aquel que tiene dependencia emocional del juego. Ello implica una pérdida de control y una interferencia continua en su vida cotidiana (familia, trabajo, amigos, salud...).

- Jugador puro: padece dependencia patológica del juego. Su sintomatología (ansiedad, depresión, mentiroso compulsivo, con problemas de pareja, baja autoestima, etcétera) está íntimamente relacionada con la ludopatía.

- Jugador vulnerable emocionalmente: debido a factores de su personalidad, es más inestable y tiene una peor adaptación social. Puede haber tenido o tener otra dependencia.

- Jugador multiimpulsivo: más dinero gastado, más tiempo, más pérdidas. La aptología dual es la más común. Mayor resistencia a abandonar el juego.

- Enfermo mental: es una persona que padece juego patológico y un transtorno mental grave.