Un informe de Automovilistas Europeos Asociados incluye a uno de los radares de Salamanca entre los que más multas ponen. Como ya publicara ayer este diario, se trata del ubicado en la autovía A-66 junto a la rotonda de Buenos Aires, pero hay otros radares en la provincia charra que también contribuyen a que a final de año los conductores dejen un buen dinero para las arcas del Estado.

Los últimos datos oficiales publicados corresponden al primer semestre de este año. Hasta entonces eran en torno a 22.500 sanciones por importe total de 830.000 euros, es decir, unos 4.600 euros cada día. Pero, teniendo en cuenta que los meses de julio, agosto y septiembre tienen más circulación de vehículos por las vacaciones, y por tanto los radares sancionan más excesos de velocidad, se prevé que el año termine sobre los dos millones de euros de recaudación, unos 5.600 euros al día. De hecho, hasta octubre sólo ese radar de la A-66 había recaudado casi 800.000 euros.

Esta cantidad sería menor que los 2,5 millones de euros recaudados el año pasado por unas 57.000 multas de radares fijos y móviles, es decir, 6.800 euros al día. Y muy inferior a los 3,5 millones de euros de media que se recaudaron entre los años 2008 y 2010, cuando se ponían multas por valor de más de 10.000 euros en total cada día.

Márgenes de tolerancia

Los límites de velocidad son los fijados en la señalización, por lo que deben cumplirse estrictamente, pero existen unos márgenes de tolerancia, a partir de los cuales el radar denunciará según los límites establecidos en cada tramo. De modo que independientemente de la zona geográfica por la que se circule, el conductor no será denunciado si supera unos kilómetros por hora el límite dentro de la denominada regla del siete.

Para velocidades permitidas hasta los 100 km/h, los radares no saltan hasta que se supera en 7 km/h dicho límite. Es decir, en las carreteras en las que se permite circular a 50, el radar no salta hasta los 58 km/h. Para las vías a 60, el límite entre la multa y la no multa es 68 Km/h. Igual para los 70 (a 78km/h), 80 (88km/h), 90 (98 km/h) y 100 (108 km/h).

Sin embargo, la ecuación varía para las carreteras (normalmente autovías y autopistas) que están limitadas a velocidades superiores a los 100 km/h. En este caso hay que aplicar una regla que consiste en añadir el 7% a lo que indique la señal para fijar los niveles.

Para el límite de 110 la velocidad a partir de la cual saltan los radares está fijada en los 117,7 km/h. La velocidad máxima permitida en las autopistas y autovía españolas es de 120 km/h. Los radares dispuestos en estas vías están regulados para que salten exactamente cuando los vehículos sobrepasen los 128,4 km/h.