Más de 14.000 trabajadores tienen pendiente una revisión salarial

El secretario autonómico de Comisiones Obreras (CCOO), Vicente Andrés, y el secretario provincial del sindicato, Emilio Pérez, han hecho este jueves balance de la situación laboral y social de Salamanca en este año 2017 a punto de concluir, además de presentar los proyectos y reivindicaciones para el próximo 2018.

Un ejercicio en el que CCOO termina de nuevo como primera fuerza sindical en la provincia de Salamanca, con el 41% de todos los afiliados sindicales, más de setecientos de Comisiones Obreras y recuperando afiliados tras los años más duros de la crisis económica. Miembros sindicales que han sido activos, con movilizaciones en defensa de los trabajadores de Correos, de limpieza del hospital y de la empresa Qualytel, entre otros.

También un año difícil por la negociación de convenios colectivos entre medias del conflicto entre las dos patronales, Confaes y CES, respetando la representatividad y legitimidad de ambas. La principal dificultad ha sido poder acordar incrementos salariales y medidas de prevención de seguridad de los trabajadores. “No vale con recoger en los convenios que se aplicarán leyes, tenemos que ser más beligerantes” para que esas palabras se conviertan en hechos, “porque seguimos viendo una alta siniestralidad laboral y miedo a darse de baja”, destacó Emilio Pérez.

En concreto, para 2018 hay pendientes de negociar ocho convenios de sector, que afectan a unos 14.000 trabajadores, principalmente del metal, de comercio, de hostelería y de construcción. Algunos de estos comercios se han retrasado precisamente por ese conflicto entre ambas patronales.

Algo que entronca con el diálogo social impulsado por el Ayuntamiento de Salamanca. El balance de Comisiones Obreras, “y también con autocrítica, es pobre y decepcionante”, pues durante el último año apenas se ha avanzado nada en empleo, prevención, políticas sociales y prevención de riesgos laborales. Algo que sí está ocurriendo a nivel autonómico entre la Junta de Castilla y León, otros sindicatos y partidos políticos, frente al “menosprecio de los responsables políticos de Salamanca”, y “los datos muestran los nulos efectos sobre la creación de empleo”.

"Este país lleva un camino de desigualdad absoluta"

Un protagonista de ese diálogo social autonómico es Vicente Andrés, quien definió 2017 como “un buen año para la economía de España, para el mundo de la empresa, pero un mal año para los trabajadores. La economía va como un tiro, pero la precariedad aumenta y la pobreza. El modelo productivo que se está gestando en la salida de la crisis es nefasto para los trabajadores”.

Por eso, Comisiones Obreras asegura que trabajará “para revertir eso, metiendo una agenda social en la política de este país, que el problema territorial no domine la economía”. Por ejemplo, en el ámbito salarial, pues “mientras sube la rentabilidad de las empresas y el Producto Interior Bruto aumenta los sueldos siguen perdiendo poder adquisitivo, también el dinero que reciben los pensionistas. Si seguimos así este país lleva un camino de desigualdad absoluta que no vamos a permitir”.

También en la reforma laboral, “que tanto daño ha hecho a los trabajadores, la pobreza viene de la mano de esa reforma, porque o se firma un convenio con salarios bajos o no hay convenio y entonces los empleados están a merced del salario mínimo”. De ahí que la lucha contra la precariedad de los contratos, y por tanto su repercusión sobre las pensiones, sea fundamental para Comisiones Obreras en el año que está a punto de comenzar.