Tamames invita a su Matanza Típica el sábado 17 de febrero
La villa de Tamames llega ya a la IV Edición de la Matanza Típica que, en esta ocasión, tendrá lugar el sábado 17 de febrero a partir de las 11.30 horas en la Plaza Mayor. Un evento que estará amenizado por el Grupo de Bailes Charros de Tamames.
En esta faena tradicional, además de las labores tradicionales de sacrificio -ahora como mandan los cánones legales siglo ventiuno- como chamuscado, despiece y confección de embutidos, tambián habrá una degustación de patatas meneás, panceta y chichas. No podían faltar dos elementos tradicionales en esas mañanas de frío, caránvano y helada o niebla, o cuando no, nieve, como el aguardiente 'sanador' y los dulces típicos que, por haberlos, haylos y bien ricos en la villa pucherera.
El cerdo, o ‘hucha del pobre’, como se le ha venido llamando, ha sido el remedio para muchas familias que adquirían el marrano y lo iban engordando con paciencia hasta el día del sacrificio. Los más pudientes sacrificaban dos o tres y los más desfavorecidos sólo podían sacrificar uno.
A propósito del cochino
Son muchos los nombres que se dan al cerdo doméstico: cerdo, cochino, puerco, cuto, marrano, guarro, lechón, tocino, gorrino, cebón, chancho (en Sudamérica), verraco (destinado a la monta), marrana (hembra paridera), aunque casi siempre se le ha llamado cochino.
Son también numerosos los refranes referidos al cerdo: ‘A cada cerdo le llega su Sanmartín’. ‘Del puerco hasta el rabo es bueno’. El mejor vecino un buen tocino. ‘Del cerdo se aprovecha todo, hasta los andares’. Este último refrán tiene su explicación, y es que con los pelos, también llamados cerdas, se hacen cepillos; la vejiga se utiliza para guardar la manteca, y llena de aire como pelota para jugar los niños; el sebo para hacer velas y engrasar los carros, y la manteca como grasa para cocinar y hacer jabón. Con los chicharrones que se obtienen después de derretir la manteca se elaboran tortas. Del cochino es comestible todo, tanto fresco como en salazón y embutido: jamón, lomo, costillas, morcillas, manos, pies, orejas, chorizos... Decía Jovellanos, “¿existe otro animal que nos dé tanto?”.
Ahora que está tan de moda el reciclaje de las basuras, nos preguntamos si hay animal más ecológico que el cerdo. Antes, los desperdicios de los pueblos eran de materia orgánica (restos de verduras, de carne...) y era el cerdo el encargado de reciclarlos. Pero no nos engañemos, el fin era tenerlo bien cebado.