En un mundo globalizado y totalmente abducido por las nuevas tecnologías, la brecha entre las personas de más edad y las nuevas generaciones tiende a ampliarse sin remedio. A no ser, claro, que de una manera proactiva se busquen soluciones. Son muy comunes los cursos sobre nuevas tecnologías que se imparten en los centros de mayores para que los 'abuelos' no se queden atrás en el uso de servicios de mensajería como 'WhattsApp' o el correo electrónico, herramientas fundamentales para la comunicación de hoy en día.

Sin embargo, también lo es el uso de otros idiomas, como el inglés, que permite a los mayores 'enrollarse' con los nietos 'chapurreando' expresiones para dejarles perplejos. Sin duda, la mejora de las relaciones interpersonales es uno de los objetivos del Ayuntamiento de Salamanca en el desarrollo de dos cursos de idiomas en los centros municipales de la ciudad. En concreto, se imparten, en los niveles inicial y avanzado, las lenguas inglesa, con 126 usuarios, y portuguesa, con 60 participantes en total.

“El objetivo es promover el envejecimiento activo, favorecer la autonomía personal y ayudar a que los mayores se relacionen, salgan de sus casas y aumenten su actividad”. Son palabras de la concejala de Mayores, Isabel Macías, que durante la mañana de este jueves ha visitado a los aplicados alumnos de estos cursos en el centro de acción social 'Centro' de la calle Juan de la Fuente de la capital. “Los resultados son muy buenos. Está comprobado que los idiomas ayudan a mantener la capacidad cognitiva, el nivel intelectual, la plasticidad de la memoria y, por supuesto, las relaciones sociales”, ha explicado.

En su visita, la concejala Macías también ha compartido un rato con los alumnos de portugués. Un idioma que comenzó a impartirse como un pequeño taller temático y que ha terminado instalado durante todo el año, ante el éxito cosechado y el interés que despierta la vecina lengua en la capital del Tormes. Entre sus intereses más llamativos destaca que los participantes se relacionan durante estos cursos con alumnos de otras universidades, incluidas portuguesas.

Viajar más

Uno de los entretenimientos favoritos de las personas mayores cuando alcanzan la merecida jubilación es ir de viaje. Conocer mundo. Un objetivo vital para el que no suele haber tiempo durante el periodo de profesión en activo y que se fomenta una vez alcanzado el retiro laboral. “Ya he estado en Londres y en Nueva York y tengo ganas de alquilar un apartamento durante 15 días para volver a Manhattan”, sostiene uno de los alumnos, que hoy aprenden a señalar las calles sobre un mapa en el idioma de Shakeshpeare.

Y es que nunca es tarde su a dicha es buena. Especialmente, porque “24 horas en un jubilado son demasiadas y hay que intentar hacer algo”. Para eso está este “pequeñito hobby” que mantiene despejada la mente y viva la ilusión por viajar que, cómo no, “es muy caro, pero divino”. Por otro lado, cabe destacar que el Ayuntamiento de Salamanca ha experimentado este año un aumento de un 10% en las plazas de los talleres ocupacionales y en las prácticas físico-deportivas para favorecer el envejecimiento activo de nuestros mayores.