El Club Deportivo Guijuelo juega este domingo a las 12:00 horas en casa del Unión Adarve un partido vital para su permanencia en la Segunda División B. La promoción de descenso está a apenas un punto y el descenso directo a tres después de disputarse todos los partidos aplazados.

El entrenador verdiblanco, Jordi Fabregat, que continúa sancionado, considera que no hay desidia ni falta de interés, sino que “no salen las cosas, nos ven encogidos”. Por eso, “las correcciones tienen que venir a nivel personal emocionalmente, hay que jugar con naturalidad, nos falta un partido de tres y ganando uno tenemos el objetivo casi cubierto. Hay que mirar en positivo”.

Para que la victoria llegue lo antes posible “hay que disputar este partido como si fuera el último, siempre tiene que ser así y no te puedes relajar, hay que desear la victoria y buscarla también durante la semana y empezamos mal, pero veo al equipo ya rehecho”. Enfrente, un rival que no se juega nada, “están liberados, no tienen ninguna preocupación”, algo que puede ser tan beneficioso como perjudicial para los intereses del Guijuelo.