Acción Verapaz, justicia e igualdad donde escasean los derechos humanos
El pasado 19 de agosto se celebró el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. Una de las asociaciones que trabaja con este objetivo es Acción Verapaz, protagonista de esta serie dominical sobre los colectivos sociales de la provincia charra. En concreto, se encuentra en la Casa Parroquial de Babilafuente, con correo electrónico babilafuente@dominicos.org y número de teléfono 923 36 09 48.
Su historia arranca como una asociación ligada a la familia dominicana, inspirándose en el espíritu humanista de Pedro de Córdoba, Antonio Montesinos, Francisco de Vitoria y, sobre todo, Bartolomé de las Casas, que fue en su tiempo el mejor defensor de los pueblos indígenas de Verapaz (Guatemala). La asociación derivó en una ONG en 1995, como un instrumento al servicio de la promoción de la justicia y la paz, extendiéndose por toda España.
Dos son sus objetivos fundamentales. En primer lugar, potenciar el desarrollo y la promoción de los pueblos y culturas más necesitados a través de la cooperación con los países empobrecidos del Tercer Mundo, de tal forma que el desarrollo sea un proceso que desde el interior de los propios países y culturas conduzca a la plena realización de las potencialidades de los pueblos, con el fin de lograr su autodesarrollo.
En segundo lugar, Acción Verapaza promueve impulsar la integración y el desarrollo de las personas y colectivos marginados de las sociedades más desarrolladas, con el objeto de lograr mejores condiciones de vida para aquellas personas y grupos catalogados sociológicamente como marginales o excluidos.
Para ello, lleva a cabo campañas de sensibilización y concienciación sobre los problemas vitales que padecen los países que están en vías de desarrollo, difundiendo toda la información recabada sobre su situación concreta y potenciando la solidaridad con ellos.
Pero también asesoramiento técnico a proyectos y programas orientados al desarrollo integral, sostenido y a escala humana, que procuren mejores condiciones de vida a las poblaciones más necesitadas de los países en vías de desarrollo. Se busca, por tanto, la coparticipación como iguales, de todos los pueblos del mundo, en la causa común del desarrollo.
A ello se añade el desarrollo de proyectos, programas y actividades que potencien la autonomía de cada cultura de forma conjunta y unitaria y que busquen la promoción y defensa de cada cultura ante los diversos pueblos y organismos internacionales, nacionales, autonómicos, municipales y particulares. Incluso se llevan a cabo cursos de formación y capacitación técnica y humana en orden a desarrollar la solidaridad y cooperación con los países y pueblos en vías de desarrollo.