Castilla y León

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Salamanca

Plaza de Los Bandos, el espacio de la eterna polémica

28 octubre, 2018 05:23

En un mundo tan célere y alocado como el actual apenas sobreviven los recuerdos que van más allá de un lustro. Ésa es la barrera que marca la pervivencia de la información en internet, pero hay otra mucho más valiosa que aún se atesora en álbumes de fotos escondidos en recónditos cajones, esos que ya apenas casi se ven en familia, y sobre todo, una información guardada a fuego en la memoria de quienes vivieron cada momento. NOTICIASCYL tiene en marcha una serie dominical que repasa la evolución de los barrios de Salamanca.

Tras abordar todas las zonas más allá del casco histórico, sólo falta el corazón de Salamanca, el entorno de su Plaza Mayor, pero son tantos los cambios que se han producido en algunas zonas que hasta final de año vamos a repasarlas de forma más exhaustiva. Hoy es el turno para la plaza de Los Bandos, antigua plaza de Santo Tomé rebautizada en recuerdo a la paz lograda por el patrón de la capital charra, San Juan de Sahagún, entre los Maldonado, Gil, González, Anaya y otras relevantes familias envueltas en venganzas y rencores, peleas y asesinatos.

En el siglo XII se levantó en este lugar la iglesia de Santo Tomé de los Caballeros. Estaba en pleno auge la repoblación dirigida por Raimundo de Borgoña, yerno del rey Alfonso VI, durante la Reconquista contra los musulmanes. Entonces era el primer templo fuera de la denominada cerca vieja, la primera muralla de Salamanca, en la salida norte de la Vía de la Plata. Alrededor de esta iglesia se fue conformando el resto del casco histórico, entre nuevos templos, conventos y corrales. De hecho, en el siglo XVI era una de la pocas plazas con una fuente.

Pero sobre todo alrededor se fueron erigiendo edificios nobles en un espacio que era uno de los epicentros comerciales y sociales de la ciudad. Surgen así la casa de los Solís, actual Centro Documental de la Memoria Histórica, o la casa de María la Brava. En 1543 esta plaza albergó los actos de la boda de Felipe II, entonces príncipe, con María de Portugal. Hasta hubo fustas medievales.

Los siglos fueron pasando mientras la iglesia de Santo Tomé se iba deteriorando, sin intención alguna de ser restaurada. Así, en 1856 fue derribada y tal era la desidia que durante cinco años los escombros permanecieron esparcidos por el solar. Entonces se proyectó urbanizar la zona, se retiraron los escombros, que sirvieron para nivelar la plaza de Colón, se plantaron árboles y se colocaron parterres. Un epicentro de fe pasó a convertirse en epicentro comercial gracias a la celebración de numerosas ferias y cultural como escenario de espectáculos y verbenas durante las fiestas de la ciudad en septiembre. Hasta había festejos taurinos con un toro enmaromado.

A finales del siglo XIX se levanta el hotel Comercio en el lado de la calle Zamora (décadas después derruido para levantar el actual edificio del Banco de España), enfrente surgió el Banco Matías Cobaleda (que posteriormente daría paso al Banco Castilla) y el Palacio de Garcigrande se convierte en despacho banquero (después Caja de Ahorros de Salamanca). Además, en 1928 el antiguo palacio de los Solís se transforma en sede de Telefónica. La plaza pasa a ser entonces un centro financiero, característica que todavía conserva en parte en la actualidad junto con la anexa Delegación de Hacienda. De hecho, fue uno de los primeros lugares de la ciudad que recibió la luz eléctrica en septiembre de 1889.

La plaza de Los Bandos hace honor a su nombre a lo largo de la historia de Salamanca, motivando constantes polémicas desde hace un siglo. Ya la reforma de sus jardines en 1917 fue criticada. En señal de protesta hubo quien robó los urinarios públicos que tenía. Años después se colocó un busto del comunero Francisco Maldonado, objeto de discusiones, que terminó ‘exiliado’ en el Alto del Rollo. Hoy día todavía es objeto de enfrentamiento, primero por la intención del Ayuntamiento de construir un párking subterráneo, ahora por las características que deben acometerse en su reforma. Tan sólo logró unanimidad la propuesta de instalarse en Los Bandos un busto de la escritora Carme Martín Gaite, nacida en un edificio de esta plaza, donde sólo la cultura ha sido capaz de apaciguar las pasiones humanas.