La Cámara exige judicialmente la deuda a la Fundación Salamanca Progreso
Con el fin de facilitar el pago a la Fundación Salamanca Progreso y para evitar esta situación, el equipo actual de la Cámara de Comercio había propuesto a la Fundación Salamanca Progreso la posibilidad de llegar a un acuerdo para compensar la elevada cantidad de adeudo que tiene esta Fundación, presidida por Carmen Rodrigo, con la escasa suma que se debía desde la Cámara.
Dada la nula disposición por parte de la Fundación Salamanca Progreso de llegar a un acuerdo, aun siendo lo más beneficioso para la misma, desde la Cámara se procedió al pago en metálico de su deuda, siendo totalmente falso que se haya embargado ningún mueble del despacho del presidente.
Desde la Cámara, por tanto, se considera ridículo el comportamiento adquirido por parte de Carmen Rodrigo y Ricardo Andrés, representantes de la Fundación Salamanca Progreso, por el fallido intento de embargo llevado a cabo cuando la deuda ya estaba abonada por parte de la Cámara. De nuevo, esta desinformación, no ha hecho otra cosa que desacreditarles.
En qué consiste esta deuda
Al tomar al cargo, el nuevo equipo directivo de la Cámara de Comercio, solicitó una auditoría forense con el fin de conocer la situación real de la Corporación. Dicho informe pericial determinó que la Cámara de Comercio, en el periodo en que estaba presidida por Juan Antonio Martín Mesonero, había cedido una parte del espacio del edificio que pertenece a la Entidad para los proyectos Centro de Innovación Gastronómica (CIG) y Coworking a la Fundación Salamanca Progreso, que ahora preside Carmen Rodrigo.
Durante el periodo de cesión, la Cámara ha incurrido en unos gastos de 13.491 euros relativos al Centro de Innovación Gastronómica que corresponden a los gastos de los servicios y suministros del espacio cedido.
Por su parte, la Cámara de Comercio de Salamanca ha abonado durante este periodo una serie de gastos de electricidad, agua y calefacción por un importe total de 64.546 euros, de los cuales una parte corresponde al espacio cedido a la Fundación Salamanca Progreso.
Por tanto, al no haber detectado desde la Cámara de Comercio en la contabilidad de la Entidad ningún ingreso por parte de la Fundación Salamanca Progreso referente al pago del 50% de dicho gastos (como se acordó en el contrato de cesión), ni al pago del alquiler, la Corporación tuvo que hacerse cargo del 100%de dichos gastos durante todo el periodo, por ello, ha decidido reclamar judicialmente a la Fundación Salamanca Progreso esta elevada deuda contraída.
Desde la Cámara de Comercio de Salamanca, velando siempre por el interés general de los empresarios salmantinos, se insta a Carmen Rodrigo a abandonar la línea marcada por Juan Antonio Martín Mesonero y su entorno, representado por Ricardo Andrés, y tomar el camino de la política de la colaboración institucional y que los esfuerzos que desarrolle sean siempre con un fin constructivo.