Unionistas tiene la cruz con los filiales
Unionistas de Salamanca tiene la cruz con los filiales. Otra aspa más ha puesto este sábado, el símbolo del empate, 0-0 contra el Fabril Deportivo. Al igual que ya ocurriera contra Atlético de Madrid B, Valladolid B y Celta de Vigo B.
El equipo blanquinegro, que ha despertado el interés de numerosos equipos de Segunda División y Primera, a tenor de los ojeadores que hoy había en el palco, salió de inicio con Molina, Piojo, Admonio, Ayoze, Albisua, Góngora, Jorge, Javi Navas, De la Nava, Ribelles y Manjón. En el banquillo esperaban Lluis, Peli, Juanmi, Guille, Diego Hernández e Iván Robles.
Por su parte, el Fabril comenzó con Pedro López, Blas, Lucas, Quique, One, Garizka, Víctor García, Gandoy, Uxio, Montiel y May. En el banquillo esperaban Eimil, Álex Cobo, Raúl González, Sebastien, Iago Novo, Juante y Pedro.
El partido empezó como la tarde, algo fría. El balón circuló durante los primeros minutos más por el aire que por el césped. Unionistas notaba la baja de Llano en la medular, un jugador que abarca muchos metros de espacio con su juego, pero poco a poco fue entonándose. La presión blanquinegra dejaba a los gallegos sin ideas, regalando el balón. El juego local, mientras, buscaba la pantalla con Manjón o las bandas, sobre todo la derecha con Javi Navas, para colgar el esférico. Pero sin éxito en el primer cuarto de hora.
Es más, el Fabril pudo adelantarse en el minuto 12 tras rematar fuera May un centro chut al saque de un córner. Era más fácil meterla poniendo sólo el pie que fallarla. Fue un primer susto que no hizo reaccionar a Unionistas, diluido en balones largos al no encontrar espacios entre unas líneas gallegas muy juntas. Las rompió Jorge con una jugada individual en la frontal, saliendo del regate pese a estar rodeado de cuatro jugadores, pero Manjón disparó alto.
Mientras la grada cantaba el himno de la Unión Deportiva Salamanca, como es costumbre en el minuto 23 en memoria del añorado club, Gandoy estuvo a punto de aguar el homenaje con un disparo desde la media luna que buscó la escuadra, pero salió rozando el palo con Molina volando. En el 34 otro disparo de May puso el murmullo en la grada. El Fabril aguantaba al fallo de Unionistas y quería mover rápido el balón delante a la contra confiando en la rapidez de sus jugadores.
Y cuando peor lo pasaba el equipo charro, cayendo en la trampa gallega, llegó la mejor ocasión de la primera parte. Jorge condujo una contra, abrió a la derecha una vez más para Javi Navas y su centro lo cabeceó De la Nava, pero una palomita de Pedro López evitó el gol. El partido pedía que De la Nava se retrasara unos metros para conducir él el ataque blanquinegro y llegar desde segunda línea. Cuando lo hizo hubo peligro hacia el área gallega, pero fue en contadísimas ocasiones. Al descanso, empate a cero.
La segunda parte comenzó con más ritmo. De la Nava y Jorge bajaron más a recibir el balón para trenzar jugadas y Unionistas se aproximó más al área rival. En un error de la zaga gallega, el propio De la Nava estuvo a punto de marcar el primero en el minuto 52, pero su disparo a la escuadra fue desviado a córner por un paradón de Pedro López. El posterior saque de esquina se paseó por el área pequeña sin encontrar rematador. Las sensaciones eran más positivas.
Pero fue sólo un espejismo. El partido se diluyó en balones aéreos sin dueño. Sólo cuando De la Nava bajaba el balón ponía algo de criterio y de peligro. Roberto Aguirre entendió que había mucho espacio entre sus líneas para poder asistir a la delantera y sacó a Guille por un voluntarioso pero desdibujado Jorge.
En el minuto 64 la parroquia blanquinegra reclamó un penalti sobre Manjón por agarrón, muy claro, por cierto. Como lo fue en la siguiente jugada otro de un delantero gallego para cortar una contra de Unionistas, y se quedó sin tarjeta amarilla. El árbitro no estuvo acertado en muchas de las jugadas donde se medía su valía. Incluso pidió consejo al línea a cuarenta metros y con el sol en contra para un córner cuando él estaba a escasos cinco metros.
Llegados al último cuarto de hora, Diego Hernández salió por Manjón, luchador pero muy solitario en la mayor parte del partido. Unionistas buscó la victoria, pero las ocasiones no llegaban. En cambio, Molina sacó un disparo raso en el 81 a Montiel, el mejor de los gallegos hoy con diferencia. Aguirre agotó los cambios dando entrada a Juanmi por Javi Navas, desfondado una vez más derrochando garra y esfuerzo.
No hubo para más, porque el equipo blanquinegro cayó en la trampa del Fabril y se empeñó en enviar balones largos a la delantera, también notando la carencia de un enganche como Llano en el centro del campo y dejando muy desasistidos a los delanteros. La nota positiva, que sigue la racha de partidos sin perder y ya son diez. Otro punto y a pensar en San Sebastián de los Reyes.