El diputado provincial del PSOE Manuel Ambrosio Sánchez ha denunciado “la nefasta gestión de la Diputación”, pues “vende la apertura al turismo de la vía férrea de La Fregeneda cuando es un proyecto que además de que, hoy por hoy, no cumple con las condiciones de seguridad, tampoco está dotado con los elementos mínimos que posibiliten y habiliten su puesta en marcha de forma digna, racional, coherente, adecuada y apropiada, y lo que es peor, para que suponga un desarrollo de la zona, un buen aprovechamiento social y económico, y una buena imagen de la provincia de Salamanca a los visitantes”.

El PSOE denuncia que este proyecto apenas existe, lleva años de retraso, no está en condiciones aceptables para su uso y utilización, y lo que es peor, no reune las condiciones mínimas de seguridad. Y todo ello a pesar de que la Diputación de Salamanca ha anunciado su apertura para la próxima primavera. “A las obras para la rehabilitación y puesta en servicio al turismo de esta vía férrea o infraestructura se han destinado cerca de un millón de euros, en dos fases, que a fecha de hoy no tienen una visualización visible o que permitan de forma segura, accesible y factible su apertura a los turistas.”, añade el diputado socialista.

Y continúa que sí se ha aprobado, “deprisa y corriendo”, un reglamento de uso y funcionamiento de este camino de hierro cuando la mayoría de la obra está por hacer. “Un reglamento de uso que es además inservible porque plagia el manual del Caminito del Rey en Málaga hasta tal punto que contempla cosas, servicios y cuestiones que en la infraestructura salmantina no existen”.

El PSOE considera que tampoco está redactado el pliego para la licitación de la gestión y mantenimiento de la línea férrea o vía verde, “lo que ha supuesto que las obras ya realizadas sobre ella se encuentren abandonadas, deterioradas y en una situación lamentable por tanto, despilfarro de dinero público”.

Por otro lado, el punto inicial de esta ruta se encuentra en la estación de trenes de La Fregenada, “una instalación que a día de hoy se encuentra absolutamente derruida y abandonada, y a donde llegar hasta ella es una odisea casi imposible por la falta de señalización y por tener un acceso, un camino de cabras, prácticamente intransitable y hasta peligroso tanto para los vehículos como para los viandantes. En este comienzo de la ruta, con tan lamentable aspecto, no hay ni un solo inmueble para recibir a los visitantes o donde prestar el más mínimo servicio público ante una absoluta ausencia de equipamientos como aseos, avituallamiento o lugar de estacionamiento para vehículos. El espectáculo que se percibe al llegar allí es desolador”.