La Diputación invita a pasear por los senderos micológicos de la provincia
La Diputación de Salamanca, en el marco de su Plan Estratégico de Turismo 2016-2019, ha puesto en marcha una red de senderos por la provincia que tiene como denominador común la micología y que pretende "impulsar el senderismo".
El impulso del senderismo se establece como "una potencial herramienta" para favorecer el desarrollo local, "permitiendo dar a conocer espacios y poblaciones de la provincia de Salamanca que son menos conocidos por los viajeros y que, sin embargo, cuentan con recursos turísticos de gran atractivo", ha manifestado el diputado de Turismo, Javier García Hidalgo.
El primero de los senderos micológicos presentados ha sido el que transcurre entre los municipios de Montemayor del Río y El Cerro, una ruta circular de 9,16 kilómetros, con un desnivel de 373 metros y un grado de dificultad de tipo medio.
Con una duración aproximada de tres horas, el camino transita entre bosques de castaños para fruto y de castaños que sirven de materia prima para la actividad artesanal más representativa de este territorio, la cestería, según ha remarcado la Diputación.
El sendero convive en un tramo con la Cañada Real Soriana Occidental y descubre algunos de los árboles más antiguos que se pueden encontrar en la provincia de Salamanca, castaños y robles con cerca de 1.000 años de edad.
Además, el recorrido ofrece "unas vistas espectaculares" a más de 1.000 metros de altitud desde el llamado mirador de los senderos micológicos e igualmente permite disfrutar de un paseo por los municipios de Montemayor del Río y El Cerro, donde los viajeros pueden reponer fuerzas mientras degustan la gastronomía local.
Sobre la micología, además de su función en la naturaleza, los hongos comestibles representan "uno de los productos más valorados por la gastronomía actual" y "otro de los recursos turísticos que más están potenciando desde la Diputación de Salamanca", ha apuntado la institución.
Según la información facilitada a Europa Press, a este sendero se unirán próximamente los tres que se crearán en las zonas turísticas y micológicas de la Sierra de Francia, Quilamas y El Rebollar.