Estudiante de Medicina de la USAL, premiada en un prestigioso congreso mundial
“Lo que más me motivó a presentarme al congreso fue llevar allí el nombre de la Universidad de Salamanca”. Así de claro lo tenía la estudiante pontevedresa de 6º curso de Medicina Alejandra Mosterio Cadaval cuando decidió presentarse al Congreso Internacional de Estudiantes de (Bio)Medicina (LIMSC 2019), con su proyecto de investigación sobre la audición, en el que está trabajando desde el año pasado en el laboratorio de Neurohistología del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCyL), dependiente de la Universidad de Salamanca.
Su trabajo está enfocado en las llamadas “neuronas pulpo”. Neuronas peculiares, tanto en forma como en función, ya que según la galardonada “se encargan de marcar el comienzo de los sonidos, de indicar, por ejemplo, que yo he empezado a hablar. Es decir, están muy ligadas a la parte temporal del sonido en el sistema auditivo”.
El congreso, celebrado en Lieden (Holanda), está considerado uno de los más prestigiosos en Europa. La joven investigadora asegura que el encuentro “superó todas mis expectativas” y añade que le permitió conocer cómo se desarrolla la medicina y la investigación a nivel internacional, ya que había participantes de más de 70 países.
Con respecto al galardón, la Mosteiro señala que su trabajo fue el único presentado por una universidad española, por lo que lo recibe como un doble premio. Durante la convención se entregaron tres tipos de distinciones: al Mejor Poster, a la Mejor Exposición Oral, que es el conseguido por la estudiante de la USAL; y, un tercero, más relevante, en el que se valoraba la repercusión que tienen los resultados del proyecto en la investigación médica. Este último, señala la universitaria, está destinado a temas prevalentes en la actualidad y “el campo de la audición es difícil que, hoy por hoy, compita con otros como el de las enfermedades como el Alzheimer o el infarto de miocardio”.
Interés por la investigación
El motivo por el que Alejandra Mosteiro tiene un especial interés en la investigación médica se remonta al curso 2016-2017, cuando participó en un congreso de la Facultad de Medicina sobre Cardiología. “Ese fue el inicio en la investigación clínica, ya que se llevó a cabo en el hospital con historiales de pacientes, pero yo sentía curiosidad por lo que es la parte más básica, el día a día del laboratorio”, subraya la joven universitaria. Esa inquietud, ligada a su gran interés por el sistema nervioso, hicieron del INCyL de la Universidad de Salamanca el espacio idóneo para involucrarse durante dos años, de forma voluntaria, y este último, con una beca de colaboración. Mosteiro destaca el apoyo de su laboratorio en todo momento, especialmente del director, Enrique Saldaña. “Para mí durante estos años ha sido un mentor extraordinario, una persona tremendamente generosa tanto en tiempo como en paciencia”, elogia la investigadora.
En cuanto al futuro, la estudiante de la USAL tiene claro que le gustaría dedicarse a la neurocirugía. Su objetivo para el año que viene es presentarse al MIR y conseguir una plaza de residente en esa especialidad del sistema nervioso. Sin embargo, no deja de lado la investigación y señala que “el doctorado es una opción que me planteo. No sé si durante la residencia o quizás después”. Mosteiro considera que sería “muy enriquecedor” que todos los estudiantes tuvieran un contacto con la investigación antes de terminar la carrera de Medicina. Con ese argumento, hace una reflexión sobre la estructura de la carrera de Medicina en España, muy enfocada al MIR, que “es prácticamente para lo que nos preparan” e insiste en que “hay una menor relevancia a que el alumno participe en proyectos investigativos, ya sea clínica o básica, y no hay que olvidar que los médicos no dejamos de ser científicos”.