Gloria Begué: 50 años de la primera decana en una universidad española
La Universidad de Salamanca recuerda hoy el 50 aniversario de la elección de Gloria Begué como decana de la Facultad de Derecho, hito que la convirtió en la primera mujer en ostentar este cargo en una universidad española.
Gloria Begué (La Bañeza, 23 de enero 1931-Madrid, 27 de diciembre de 2016) comenzó su carrera en la Universidad de Salamanca en el año 1964, tras su paso por las universidades de Chicago y Complutense de Madrid. Aquí obtuvo la Cátedra de Economía Política y Hacienda Pública, siendo así además la primera catedrática en una facultad de Derecho y la cuarta del país. Una vez elegida como decana, participó activamente como miembro de la Junta de Gobierno en la elaboración de los Estatutos y en la política universitaria del estudio salmantino.
En 1972 presentó su dimisión — poco después de haber sido reelegida— como decana, en respuesta a actuaciones ministeriales que consideraba una injerencia política en la autonomía universitaria. Esta crítica desembocó en noviembre de 1973 en la apertura de un expediente disciplinario que se archivó tras el atentado contra el presidente del Gobierno Carrero Blanco, al haber participado en la firma conjunta de una carta abierta en la que se cuestionaba la política universitaria.
Gloria Begué fue una pionera en todos los campos en los que desarrolló su labor profesional: en la Universidad primero y, posteriormente, en las Cortes Constituyentes, al ser designada senadora en 1977, y en el Tribunal Constitucional, del que fue nombrada magistrada en 1980 a propuesta del Senado. De este modo se convirtió también en la primera mujer en ingresar en dicho Tribunal y en ocupar, entre 1986 y 1989, su vicepresidencia.
Del total de 63 magistrados que han formado parte del Tribunal Constitucional desde su creación hasta el día de hoy, solamente seis han sido mujeres. Durante más de una década, entre 1989 (año en el que cesó Begué) y 1998 (año en el que ingresó María Emilia Casas), ninguna mujer fue nombrada para ocupar el cargo como Magistrada constitucional.
En febrero de 1989, al alcanzar el periodo máximo de nueve años, cesó como magistrada y vicepresidenta del Tribunal Constitucional y regresó a la Universidad de Salamanca en la que ejerció como catedrática y directora del Departamento de Economía Aplicada hasta su jubilación en 2001. En reconocimiento a su trayectoria académica, la Universidad de Salamanca le concedió en 2004 la Medalla de la Universidad, máximo galardón que se otorga una persona o institución, que sumaría a la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil y la Orden del Mérito Constitucional, entre otras.