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Salamanca

Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio pide revisar el Plan Director de la Plaza Mayor

5 agosto, 2019 13:13

La Asociación 'Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio' ha pedido a las administraciones públicas que revisen el Plan Director de la Plaza Mayor de Salamanca, antes de que éste cumpla 30 años, para afrontar el futuro del monumento desde una perspectiva global que implique también a los propietarios de viviendas y establecimientos.

Considera positiva la continuación de las intervenciones que ayuden en su conservación, las cuáles--defiende--deben acelerarse y planificarse junto con una serie de labores mantenimiento, pero entiende que falta voluntad para erradicar todos los abusos en el corto plazo. "Recuperar y preservar su imagen, muy deteriorada hoy día, deberían ser los principales objetivos para la próxima década, cuando se cumplirán 300 años del inicio de las obras de construcción", añade.

Explica, a través de un comunicado recogido por Europa Press, que la actuación realizada sobre el pavimento, necesaria y todavía no concluida por las excesivas interrupciones, debe reparar algunas partes de los soportales, especialmente bajo los arcos de acceso, puesto que existen losas partidas y hundidas y debe contemplar la limpieza de las losas a fin de extraer los chicles pegados al suelo (normalmente en las inmediaciones de las heladerías) y la restauración de la Escalerilla de Pinto puesto que se encuentra muy desgastada y, por ese motivo, resulta peligrosa.

Y es que advierte de que la costosa obra del pavimento, que ha sufragado el Ayuntamiento, va a servir de poco si éste sigue obviando la grave circunstancia que es el libre acceso vehículos -de cualquier tipo- dedicados al transporte, pese a la supuesta videovigilancia de acceso a la zona peatonal, o que las heladerías sigan sin alentar a sus clientes hacia prácticas cívicas.

Por ello, pide regular y ordenar esa actividad, anteponiendo el patrimonio y el carácter peatonal de la zona, contemplando aspectos como la circulación, el estacionamiento o no, velocidades, dimensiones, peso, tiempo, etc., con una Ordenanza Municipal que se acompañe de vigilancia y régimen sancionador.

Apunta que el pavimento no sólo terminará por deteriorarse, de hecho ya hay manchas de aceite, sino que también se seguirán dañando los arcos de acceso, como ha vuelto a ocurrir pese a la disimulada limpieza practicada; se seguirá perjudicando el tránsito de peatones, con serio riesgo para su seguridad, y se menoscabará la imagen del monumento en las primeras horas del día.

La siguiente intervención, de entre las que demanda la Plaza Mayor de Salamanca, afectará a los techos de los soportales y confia en que se inicie cuanto antes. De de hecho, se anunció la licitación a comienzos del año 2018 y ésta ha sido adjudicada recientemente.

Los desprendimientos, que han afectado a viandantes y establecimientos, han puesto de manifiesto, a su juicio, la ausencia de labores de mantenimiento y reparación permanentes así como la escasa importancia que se ha dado a esta circunstancia, por parte de las administraciones, pero sobre todo por los propietarios.

En todo caso, entiende que se tratará de una intervención incompleta dado que no se podrá actuar en la totalidad de cada viga y los maderos durmientes ya que se ha consentido que gran parte de los establecimientos hayan adelantado su fachada ocupando la vía pública. "Una circunstancia nada agradable y sobre la que las Administraciones Públicas deberían tomar buena nota para corregirla y no agravarla, como ejemplo la última reforma llevada a cabo en uno de los portales y que nadie diría que es parte de un monumento".

Lo mismo ocurre si se mira a las cubiertas, donde lamenta que varios propietarios han creado sus propias terrazas, se han abierto chimeneas y buhardillas según necesidad, se han colocado tejas de diferente tipo, no se mantiene la línea de cumbrera e incluso varias medianeras surgen sobre el tejado. "Corregir todo esto es trabajar a favor de la estética, la unidad y el respeto al monumento buscando recuperar una imagen cercana a la original y coherente".

Pero además, critica que los establecimientos, con sus rótulos (con la novedad de los luminosos y la utilización de extrañas tipografías), fachadas (con pérdida de pátina y distintos tratamientos) y las "puertas abiertas", suponen la mayor alteración practicada en los últimos tiempos, casi con toda seguridad autorizada, que no todavía no ha llamado la atención de las autoridades responsables.

"Bien merece la pena que, por una vez, se actúe contra los sempiternos carteles inmobiliarios que podemos encontrarnos en los accesos de la Escalerilla de Pinto y las calles Concejo y Prior, y se continúe por la diversidad de rótulos de los establecimientos comerciales que supera lo admisible", urge la asociación.

En esa línea, de recuperar una imagen digna y sin elementos distorsionantes, enmarca la necesaria reparación de los toldos del Pabellón Real, la supresión del cableado en soportales y fachadas, la recuperación de huecos o ventanas hoy utilizados como almacén o respiradero, la limpieza de pintadas (especialmente en el degradado Pasaje Coliseum) y mejorar el aspecto que presentan los locales comerciales abandonados.

Superando los soportales, aboga también por unificar la carpintería exterior de las viviendas de la Plaza Mayor, más allá del color, pintando a la vez todas las ventanas, y merece recuperarse la palillería de las ventanas, optar por un mismo modelo de cortinas y tipo de cristales y suprimir anuncios y vinilos colocados por algunos particulares.

"Es difícil que todos esos desmanes hayan sido autorizados, por lo que cabe preguntarse si se realiza algún tipo de vigilancia o inspección periódicamente, o si no hay criterio alguno en base al cual adoptar decisiones. Tampoco han podido ser autorizadas la colocación en los balcones de macetas, ceniceros e incluso cámaras de vigilancia (a mayores de las municipales y sin informar de su uso)", añade el colectivo.