La Iglesia de la Vera Cruz arranca sus visitas turísticas
El concejal de Turismo, Fernando Castaño Sequeros, ha visitado hoy la Iglesia de la Vera Cruz, templo que ha programado visitas gratuitas los viernes, de 17.00 a 20.00h; los sábados, de 11.00 a 14.00h por las mañanas y de 17.00 a 20.00h por la tarde; mientras que los domingos lo hará de 11.00 a 14.00h. Además de las visitas se organizarán otras programaciones, como conciertos, conferencias… que impulsen la visita turística y cultural a la iglesia.
Fernando Castaño apuntó en su visita que, “animo a todos los salmantinos a visitar de forma gratuita este rico espacio artístico y espiritual. Hoy no solo abre al público un extraordinario edificio, si no un templo dedicado al culto, con todos los beneficios añadidos que lleva consigo”.
La apertura al público de este templo, único edificio de Salamanca completamente de estilo churrigueresco, es fruto del convenio de colaboración entre la Sociedad de Turismo y la cofradía, que fue fundada en 1506 y es la más antigua cofradía de la ciudad. Dicha cofradía custodia y protege un rico patrimonio artístico que puede admirarse en su iglesia. En el año 1525 se fusionó con la cofradía de la Purísima, dando origen a su doble devoción a la Santa Cruz y a la Inmaculada Concepción de la Virgen. La Vera Cruz también es depositaria de las señas de identidad de la Semana Santa salmantina, declarada de Interés Turístico Internacional en 2003. Se trata de la única cofradía de la ciudad que posee un templo propio para desarrollar sus cultos y organizar sus cuatro desfiles procesionales de Semana Santa, para los que utiliza con catorce pasos. La cofradía levantó la iglesia en el siglo XVI, en el lugar donde los cofrades realizaban la penitencia o disciplina. La portada fue trazada por el arquitecto Rodrigo Gil de Montañón.
El interior de la iglesia fue remodelado al gusto barroco por Joaquín de Churriguera en el siglo XVIII. Tiene planta de cruz en una sola nave con bóveda de medio punto con fajones y lunetos y cúpula ciega sobre pechinas. El coro se levanta sobre arco carpanel a los pies de la iglesia. El humilladero que se alza junto a la portada marca el lugar donde desde 1615 la Vera Cruz realiza el Acto del Descendimiento, acto señero de la Semana Santa.
El retablo, el frontal de altar y la ornamentación son los tres elementos fundamentales de la iglesia. El retablo, obra de Joaquín de Churriguera (1713-1714), tiene tres calles: la central alberga la imponente imagen de la Inmaculada Concepción. Sobre ésta, en el ático, monumental conjunto de la Exaltación de la Cruz, atribuido al imaginero salmantino José de Larra. El frontal de altar, de autor anónimo (1714-1717), está realizado en concha y contiene 44 escenas de la Pasión de Cristo y la vida de la Virgen pintadas al óleo sobre espejos. La ornamentación de la iglesia ofrece una exuberante decoración vegetal a base de yeserías policromadas y doradas con motivos vegetales que constituyen un ejemplo único de estilo churrigueresco en Salamanca.
La Capilla de los Dolores constituye otro de los atractivos. Está adosada a la cabecera de la nave. Es de planta cuadrada y alberga un rico camarín con vidrieras y lámparas donde se aloja la imagen de la Virgen Dolorosa. Antigua sacristía de la iglesia, de la que se conservan las yeserías del techo, albergó la capilla de las insignias procesionales y desde 1718 la venerada efigie de la Santísima. Virgen de los Dolores.
El retablo, altar y camarín actuales fueron realizados por las Escuelas Salesianas de Sarriá (Barcelona), en 1924. Siendo de estilo modernista, está perfectamente integrado con el resto del edificio. Costeó esta obra doña Gonzala Santana, gran benefactora de la cofradía. La iglesia alberga además un valioso patrimonio artístico, entre el que destacan la Cruz Relicario del Lignum Crucis (Pedro Benítez, Cristóbal de Honorato y Domingo Nieto, 1675); el Juicio de Cristo (anónimo); la Inmaculada Concepción (Gregorio Fernández, 1620); Cristo Resucitado (atribuida a Alejandro Carnicero en 1724); Santísima. Virgen de los Dolores (Felipe del Corral, 1718).
Destaca la profusión de ángeles serafines por todo el edificio, más de un centenar, siendo los serafines los protectores de la orden franciscana, origen de la cofradía de la Vera Cruz.