La Comisión de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Salamanca ha dictaminado este viernes favorablemente, en sesión extraordinaria y por unanimidad de todos los grupos políticos, el reglamento y las bases que regulan el funcionamiento de los futuros huertos urbanos ecológicos de Salamanca, actualmente en proceso de construcción en Salas Bajas, entre los barrios de Chamberí y Tejares.
Estos 600 huertos formarán parte de un gran parque de más de 100.000 metros cuadrados en el entorno de la ribera del río Tormes con una lonja agroalimentaria y nuevas zonas de ocio y disfrute. La iniciativa, con un presupuesto global de 2.049.794,49 euros, está vinculada a la Agricultura Ecológica, enmarcada en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Intregrado (EDUSI) Tormes+, que en total cuenta con un presupuesto de cerca de 19 millones de euros, cofinanciados por los fondos FEDER y el Ayuntamiento de Salamanca, gracias a la política de cohesión de la Unión Europea.
Tras un periodo de exposición pública de diez días, en el que no se han registrado alegaciones, está previsto que el texto sea aprobado inicialmente por el pleno de la Corporación el próximo 3 de julio. Posteriormente, se abrirá un periodo de un mes para posibles alegaciones y se procederá a la aprobación definitiva antes de otoño, cuando está previsto que concluyan las obras.
Beneficiarios y requisitos
La ejecución de este proyecto pondrá a disposición de los salmantinos uno de los mayores “pulmones verdes” de la ciudad de Salamanca. En concreto, se crearán cuatro modalidades de huertos, destinándose al ocio, a fines sociales, a la investigación y a la formación educativa. Los huertos abarcarán una superficie media de 45 metros cada uno y estarán delimitados en once sectores vallados con medidas de seguridad, entre las cuales se incluyen cámaras de vídeo vigilancia y control digital de acceso.
Por tanto, aparte de la función productiva, que es la razón de ser de los huertos, se promueve una función ambiental, urbanística y estética, conservando los valores ecológicos de la ribera del río y habilitando espacios libres; una función social, a través de actividades educativas, lúdicas y terapéuticas; una función saludable, con beneficios para el bienestar personal y la alimentación; y una función cultural, manteniendo y promoviendo la tradición hortícola popular.
Podrán ser beneficiarias de la adjudicación de uso de los huertos las personas mayores de edad empadronadas en el término municipal de Salamanca con una antigüedad de al menos un año, así como cualquier entidad pública/privada o empresa de economía social con sede en el municipio de Salamanca, cuyo fines y objetivos cumplan objetivos de formación, emprendimiento y sociales ligados a la agricultura ecológica.
La selección de los adjudicatarios se realizará previa inscripción de los interesados en un registro de demandantes. Una vez cerrado el plazo, en previsión de que la demanda sea mucho mayor que los 600 huertos ofertados, se realizará un sorteo para fijar un orden.
Las autorizaciones tendrán una duración como máximo de seis años, incluyendo las posibles prórrogas, en función del tipo de huerto que se trate, y siempre que existan huertos vacantes y no haya lista de espera. El Ayuntamiento de Salamanca podrá realizar reservas de huertos, por motivos sociales (personas con menores ingresos, exclusión social, etcétera), de emergencia o de interés público.
Derechos y obligaciones
Los huertos destinados al ocio o con fines sociales dan derecho a cultivar la parcela adjudicada y disfrutar de sus productos, utilizando sistemas de riego que prioricen el ahorro de agua, su propia semilla o bien de procedencia ecológica y sólo abonos orgánicos.
Por su parte, los huertos de formación e investigación dan derecho a cultivar la parcela adjudicada dentro de los mismos condicionantes ecológicos de los huertos de ocio y sociales, con la excepción de que los frutos obtenidos y/o su rendimiento deberán tener como fin la continuación de la labor formativa e investigadora.
Serán un espacio de encuentro, reflexión, y activación del tejido social con intercambio de experiencias, conocimiento, opinión, ciencia e investigación, que ayude a enriquecer la convivencia vecinal, y la integración social desde el respeto y el fomento de la igualdad de oportunidades. Hasta el desarrollo de una Ordenanza municipal específica, la comercialización de la producción estará prohibida y se considerará una infracción muy grave.