Denuncian un espectáculo taurino en Salamanca por poner en peligro la salud pública
La organización AnimaNaturalis ha presentado una denuncia ante las subdelegación del Gobierno de Castilla y León en Soria por un certamen de novilleros que se celebró a principios del mes de agosto en la Plaza de Toros La Glorieta de Salamanca, en las que, a su juicio, se vulneraron las medidas de prevención frente a la COVID-19.
La organización por la defensa de los animales critica que pese a que gran parte de la actividad cultural sigue paralizada, las administraciones siguen cediendo ante la presión del sector taurino.
Así, refiere, a través de un comunicado recogido por Europa Press, que el pasado 13 de agosto se permitió el espectáculo sin cumplir las regulaciones de seguridad y sanidad.
En el evento "se vulneraron claramente las medidas de distanciamiento físico y uso de mascarillas, así como el aforo máximo permitido para realizar cualquier tipo de actividad con seguridad y evitar la propagación de la COVID-19", explica Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España.
La denuncia reclama que los responsables y organizadores sean sancionados acorde a la gravedad de los hechos. "Se superó el aforo del 50 por ciento, no se respetó el distanciamiento interpersonal de 1,5 metros ni se utilizaron medidas de protección adecuadas en todo momento. A su vez, también se incumplió la normativa que regula las medidas de prevención para los profesionales taurinos", menciona Gascón, quien entiende que "permitir este tipo de espectáculos no sólo es cruel con los animales, sino un atentado contra la salud pública".
AnimaNaturalis ha solicitado que se sancione a los organizadores y promotores de estos actos por haber arriesgado de manera premeditada la salud de los asistentes a dicho espectáculo y de todas las personas que han podido estar en contacto con ellas en los días posteriores.
CONTRA LAS AYUDAS A LA TAUROMAQUIA
AnimaNaturalis y CAS International han impulsado la campaña #AyudasTauromaquiaNo desde el inicio de la cuarentena para presionar a las autoridades y evitar que se dirijan fondos públicos para salvar la industria taurina.
Hasta ahora, más de 170.000 personas han suscrito esta demanda y por el momento "el Gobierno central no ha dedicado ni un sólo euro al rescate de esta actividad", mientras que las subvenciones y ayudas han provenido de las diputaciones y ayuntamientos.