Más de 55.000 euros para que Cruz Roja atienda a las personas más vulnerables de la provincia
El presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, y el presidente provincial de Cruz Roja España, Jesús Juanes, han suscrito un convenio de colaboración mediante el cual la institución provincial se compromete a aportar 55.742 euros a esta organización con el fin de atender a las personas en situación de vulnerabilidad que residan en algún municipio de la provincia.
De este modo, se financian diferentes líneas de actuación que desarrolla Cruz Roja en la provincia salmantina y que tienen como beneficiarios a personas y familias que sufren algún tipo de vulnerabilidad económica y que no pueden hacer frente a contingencias básicas e ineludibles, tales como el alojamiento, alimentos, higiene o atención sanitaria.
Gracias a esta colaboración, se prestará de forma temporal, el apoyo necesario para cubrir las necesidades básicas de las personas en riesgo de exclusión social, para que puedan hacer frente a sus necesidades básicas.
En cada una de las oficinas comarcales, se designará un técnico con formación específica para prestar una atención inmediata y para garantizar la coordinación necesaria entre ambas administraciones.
En cuanto a los criterios económicos orientativos que se barajan para acceder a este programa, se encuentra el atender a personas y unidades de convivencia cuyos ingresos sean menores de 500 euros al mes o menores de 750 euros al mes, cuando la unidad de convivencia sea de 3 o más miembros. Asimismo, se podrán beneficiar de estas ayudas o servicios cuando no cumpliendo estos requisitos se de una condición de excepcionalidad en su valoración, por parte de los profesionales de referencia.
Este convenio también recoge una prestación de información dirigido a la población inmigrante, que se desarrollará en horarios determinados y con cita previa, en los municipios de Ciudad Rodrigo, Béjar, Villares de la Reina, Villamayor, Lumbrales, Vitigudino y en la sede de Cruz Roja Salamanca.
Por último, también se establece una tercera línea de atención, dirigida a personas refugiadas, para en primer lugar proporcionarles información sobre el proceso de asilo y para después, facilitar y favorecer su adaptación en la sociedad de acogida.