La consejera de Educación muestra su convicción de que la universidad "estará a la altura del curso que comienza"

La consejera de Educación la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, ha mostrado su convencimiento de que, después de que el pasado curso terminase "con éxito" a pesar de que "no fue nada fácil", la universidad de la Comunidad "estará a la altura del curso que comienza".

Durante la inauguración del nuevo año académico en la Universidad de Salamanca (USAL), Lucas ha recordado sus palabras en el mismo acto de hace un año, cuando "nadie podía sospechar" la situación luego vivida por la pandemia.

No obstante y a pesar de las dificultades en las que también ha hecho hincapié, ha destacado la capacidad del ser humano para "adaptarse a cualquier circunstancia" y, en esta línea, ha valorado la labor de la educación superior para afrontar la situación y hacerlo también con sus aportaciones en investigación, en personal a disposición de la sociedad o en instalaciones.

Ahora, respecto al nuevo curso, la universidad va a poder arrancar "de forma presencial y segura" con protocolos y acciones puestas en marcha, junto a las "posibilidades de la digitalización", para garantizar "un derecho fundamental que es la educación". Y frente al alarmismo sobre el regreso a las aulas, ha querido mandar un mensaje de "tranquilidad y confianza".

Sobre la actividad académica, ha subrayado que las universidades de Castilla y León han recibido este año "casi un diez por ciento más de solicitudes" en el proceso de preinscripción, lo que permitirá contar con 84.000 alumnos, 26.000 de ellos en la USAL, donde ha realizado estas declaraciones.

La consejera ha destacado la "calidad" de los estudios que se ofrecen en las facultades de la Comunidad, lo que permite que sean "polo de atracción" para alumnos de otros puntos del país y del mundo, a lo que ha sumado la reducción del precio de las tasas y la "amplia oferta" de titulaciones.

Asimismo, ha aplaudido el sistema de becas de la Junta, complementario al estatal; las ayudas Covid para los alumnos afectados por las consecuencias de la pandemia; la inversión de 20 millones de euros en proyectos de investigación y la aportación económica también para la dotación de infraestructuras y equipamientos.