'Jugar libres para ser iguales', proyecto de la Escuela Infantil Municipal de Carbajosa con motivo del Día de la Mujer
No hace mucho tiempo que la mayoría de las niñas de España jugaban con lo que entonces se llamaban “mariquitas” o “mariquitinas”, aquellas muñecas recortables a las que se vestía con trajes regionales o la ropa de moda. Era un juego típicamente femenino que, incluso, marcaba aquellas profesiones que una mujer podía ejercer.
Con esta idea en mente, y para darle la vuelta, hace un par de años Inmaculada Ausín, responsable de proyectos pedagógicos de Koala, filial de Clece que gestiona la Escuela Infantil Municipal de Carbajosa de la Sagrada, se puso manos a la obra para crear una “mariquita” casera que sirviera para niños y niñas y marcase todos los caminos posibles para ambos.
Tal fue el éxito de aquel proyecto que este año los recortables serán el juego que todos los alumnos de la Escuela Infantil Municipal de Carbajosa llevarán a sus domicilios el 8 de marzo, Día de la Mujer, para trabajar, también en casa, sobre el concepto de igualdad.
“Jugar libres para ser iguales” es el nombre de esta iniciativa en la que cada pequeño puede elegir entre ser futbolista, científico, astronauta, chef, bombero o médico. “¿Por qué limitar las opciones a la mitad? Lo que buscamos es que todos puedan desarrollarse en su totalidad”, apunta Ausín.
La igualdad forma parte del currículo escolar de estos centros y sobre ella se desarrollan numerosas actividades a lo largo de todo el curso para no perder nunca de vista la importancia de sentar una buena base sobre la que puedan evolucionar los niños y niñas. “Trabajamos en colaboración estrecha con las familias y en este caso, como en muchos otros, tiene que ser una labor conjunta. Con ello también se sensibiliza a la sociedad en general”, añade.
Será precisamente a esas familias a quienes el 8 de marzo se les entregue una carta animándoles a jugar a los recortables con sus hijos para que se verbalice que tanto niños como niñas pueden desarrollar las mismas habilidades. “El juego ayuda a los más pequeños a interpretar la realidad y con conceptos muy sencillos y adaptados a su edad pueden empezar a comprender que todos somos iguales para que, cuando crezcan, reconozcan en el otro los mismos derechos que tienen para sí mismos”, señala Inmaculada.
Estas “mariquitas” no serán un elemento aislado. Durante estos días se están realizando actividades complementarias a través de cuentos, manualidades y acciones con las familias para hacer énfasis y crear conciencia con el objetivo de que los niños y niñas del mañana puedan elegir con libertad su futuro.