La pandemia obliga a la Universidad de Salamanca a suspender sus Cursos de Derecho para Iberoamérica y aplazarlos a enero de 2022
La pandemia del maléfico coronavirus sigue desbaratando los proyectos de las instituciones. Ahora le ha tocado a la Universidad de Salamanca, que ha visto como una de sus ofertas docentes más sobresalientes y de mayor proyección internacional -sus prestigiosos Cursos de Especialización en Derecho, encaminados a a formación de juristas de toda Iberomérica- han tenido que suspenderse una vez más.
La institución académica salmantina anunció meses atrás, por boca de su rector Ricardo Rivero, que la USAL podría retomar en junio la actividad de sus Cursos de Especialización en Derecho, siempre y cuando la pandemia fuera mitigando. De hecho, la Fundación General de la institución académica programó la 48 edición para este mes, debiendo inaugurarse el 2 de junio y extendiendo sus actividades formativas hasta al 18 de junio. Los contenidos de los cursos ya estaban plenamente fijados y también su profesorado. Sin embargo, el aluvión de restricciones que ha provocado la pandemia, desde la notable reducción del número de vuelos con Iberoamérica a los confinamientos estipulados por las autoridades sanitarias, ha ocasionado el aplazamiento de esta 48 edición para el mes de enero de 2022, cuando se celebrarán entre los días 12 y 28 del citado mes.
Los Cursos de Especialización en Derecho iniciaron su andadura en el año 1994 durante el mandato rectoral del catedrático de Derecho Penal, Ignacio Berdugo. A lo largo de estas tres décadas han dado formación a 10.000 juristas de la práctica totalidad de los países iberoamericanos. Los cursos están dirigidos a titulados superiores en materias jurídicas o afines, interesados en profundizar su formación sobre alguna de las especialidades convocadas, según resalta la Fundación General de la USAL.
La mayoría de los alumnos a lo largo de estas 47 ediciones han sido graduados o licenciados en Derecho, procedentes tanto del sector público como del privado. En otros casos, su formación universitaria no es predominantemente jurídica, no siendo extraño que acudieran a sus aulas contadores, sociólogos, politólogos, criminólogos, periodistas e incluso profesionales de la ingeniería u otras materias técnicas, interesados en perfeccionar sus conocimientos sobre el contexto en el que desempeñan sus respectivos trabajos.
Las áreas temáticas de estos cursos son muy variadas y abordan materias de especial actualidad, como son la actualización de la teoría jurídica del delito, los contratos, la compliance y los riesgos legales, la contribución del Derecho Administrativo a los objetivos del desarrollo sostenible, el crimen organizado, la corrupción, el terrorismo, la abogacía digital, las crisis de las democracias contemporáneas, la violencia de género y la mediación. Los cursos se venían celebrando de forma ininterrumpida desde 1994, con dos convocatorias anuales los meses de enero y junio, en la Hospedería Fonseca de la Universidad. Sin embargo, el estallido de la pandemia a comienzos de 2020 ha truncado su fructítera trayectoria. Su profesorado ha incluido no solo a docentes universitarios, sino también a magistrados y jueces de altos tribunales, como el Supremo, el Constitucional y la Audiencia Nacional.