Villarino: apoteosis de los hermanos Tabernero ante una noble novillada de Ignacio López-Chaves

No hay que ser francés, ni tener que ir a Francia, como el amigo y primo Anthony, para disfrutar de un festejos taurino y, además, con un mano a mano entre dos paisanos y hermanos, Esteban y Manuel Tabernero, de madre villarinense donde pasan sus vacaciones desde la niñez. El pueblo de Villarino, como también de otros puntos de la provincia, como Ledesma, lugar de procedendia de su querido abuelo Antonio, o del Campo Charro, de donde procede su familia paterna, correspondió como dios manda, acudiendo y apoyándolos en su debut vestidos de luces en su pueblo. Además, también son las fiestas de San Roque, patrono local, que siempre va unido a la Feria Taurina.

Se lidiaron cuatro erales de Ignacio López-Chaves que, en términos generales, dieron buen juego, fueron nobles, algo menos el tercero, que era algo más bronco en la embestida, pero que, a la postre, permitieron el triunfo de los dos novilleros de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca. 

No vamos a entrar en si uno mejor y el otro peor, o al revés, porque los dos ofrecieron a los benévolos paisanos todos el empeño, valor y sapiencia torera quien, a su vez, se lo devolvió con creces, a la hora de otorgarle trofeos, algo en lo que el presidente, Don Manuel Grande, no anduvo con titubeos y fue condescendiente con el público.

Dos estilos completamente distintos. Dos gustos diferenciados. Dos maneras distintas de entender el toreo. En eso, precisamente, reside la diferencia y lo bueno. Sino todo sería monótono. Manuel, más torero, de pellizco, de gusto, de estética -que se reflejaba hasta en el traje de luces-, y, por el contrario, Esteban, el mayor, torero de valor, de trabajo, de técnica, de cuajo... Cada uno en su estilo y todos tan felices, que hasta Mariana, la tía pequeña de ambos, lloraba cuando Manuel le brindó el sexto. Es la emoción del toro que también fluye en las personas y en esos pequeños actos que fluyen con el sentimiento, en el toreo y en el corazón. Y con esas, todos tan felices, como el Ayuntamiento de Villarino, que preside Julián Martín, en haber organizado esta serie taurina en estos tiempos y, además, los vecinos responder y solo faltó... comer perdices, ay!

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros portátil de Villarino de los Aires. Segundo festejo de la Feria Taurina de San Roque. Cerca de tres cuartos de plaza del aforo permitido por las medidas sanitarias, en tarde de mucho calor.

Cuatro erales de Ignacio López-Chaves, de buen juego y nobles en general.

Esteban Tabernero: Dos orejas y dos orejas.

Manuel Tabernero: Dos orejas y rabo y dos orejas.