José Vicente Martín Galeano preside la Confederación de Empresarios de Salamanca (CES), una de las dos patronales con presencia en la provincia charra. En esta entrevista habla sin tapujos sobre las últimas medidas del Gobierno para la recuperación de la economía y reivindica el enorme papel que pueden juegar los empresarios para levantar el vuelo tras la terrible pandemia de la covid-19.
-¿Por qué los empresarios están en contra de la subida de 15 euros del salario mínimo que ha aprobado el Gobierno?
-Porque estamos ante una decisión totalmente inoportuna en la situación económica actual. Esta subida sólo traerá consigo mayor endeudamiento de las empresas y autónomos, que ya no pueden asumir más gastos y, en muchos casos, se verán abocados a realizar despidos entre sus plantillas debido al desgaste que arrastran por la pandemia, sin contar por supuesto que se paralizará en seco la creación de empleo. La recuperación está siendo muy débil y aún queda mucho para salir de este escenario incierto. Además, una decisión que se ha tomado de forma unilateral, sin contar con los empresarios; es decir, con quien va a pagar la subida del SMI, es todo un despropósito y sólo demuestra la falta de sensibilidad y empatía que tiene el Gobierno central con el sector empresarial, que es quien genera empleo, riqueza y bienestar en un país. Que no se olvide esto.
-¿Qué opina CES de la posible reducción de la jornada laboral a cuatro días semanales?
-No creemos que sea el momento de implantar en España la jornada laboral de cuatro días ni que sea viable con los niveles de productividad y dinamismo económico actuales. Todos los sectores no son iguales ni funcionan de la misma manera, por lo que implantar esta medida de forma general no sería lo más acertado. Es decir, habría que estudiar la realidad de cada empresa concreta –si los hábitos que tenemos son productivos o improductivos, si tenemos margen para mejorar la productividad y la eficiencia, etc. –, pero también hay que estudiar la realidad del sector, de la actividad y de la plantilla.
En estos momentos el sector empresarial no está en disposición de reducir la jornada laboral. Tenemos que tener en cuenta que la mayoría del tejido empresarial español lo conforman pymes y micropymes que aportan el 72% del empleo, y esto hace que, en muchos casos, el tamaño o la digitalización, entre otros factores, no sean suficientes para incrementar la productividad de la empresa al nivel de las empresas de mayor tamaño, ni que se pueda gestionar la estructura de costes sin que éstos se disparen para los pequeños.
-¿Cómo valora su organización las medidas que está adoptando la Junta de Castilla y León en favor de la recuperación económica?
-Desde CES valoramos de forma positiva el esfuerzo y el compromiso que ha tenido y está teniendo la Junta de Castilla y León con los empresarios y autónomos desde el comienzo de la pandemia. Pero, a pesar de que el Gobierno regional ha creado paquetes de ayudas con el fin de paliar los efectos negativos de esta crisis, éstas se han quedado cortas y no han sido suficientes. A mayores, las administraciones se han excedido en los requisitos exigidos y en los trámites burocráticos. También es verdad que en muchos momentos las medidas y decisiones adoptadas por la Junta de Castilla y León han tenido que ser tomadas de forma precipitada, claro está por la urgencia que exigía el momento, y han sido producto de la situación que estábamos viviendo, lo que ha conllevado a errores y no han sido todo lo adecuadas y adaptadas a la situación extremadamente compleja que sufríamos las empresas y autónomos, lo que ha provocado nuestro desconcierto en muchas ocasiones.
-En el caso de la provincia salmantina... ¿qué opina de las políticas que están desarrollando el Ayuntamiento de la capital y la Diputación provincial?
-Tanto con el Ayuntamiento de Salamanca como con la Diputación Provincial nuestro diálogo es fluido, constante y estamos en sintonía. Muchas han sido las reuniones que hemos tenido para trasladarles las necesidades, demandas e inquietudes de los distintos sectores empresariales, y conjuntamente hemos dado solución a los problemas directos de los empresarios. Por tanto, el compromiso mostrado por las instituciones locales en cada uno de esos encuentros siempre ha sido firme y, en la medida de sus competencias y posibilidades, han puesto en marcha proyectos o iniciativas para ayudar a impulsar la actividad de cada sector.
-¿Se sienten arropados ustedes por las instituciones o ven que todavía les ponen trabas burocráticas?
-CES ha cumplido cinco años como la organización empresarial intersectorial con mayor peso y representatividad en Salamanca. No sólo contamos con el respaldo de los empresarios, con más de 3.400 empresas, entre ellas, las de las asociaciones de los principales sectores del tejido productivo de la ciudad, sino que además contamos con el apoyo de las instituciones. Desde entonces han sido numerosas las reuniones que hemos mantenido con el Ayuntamiento de Salamanca, la Diputación Provincial, los partidos políticos, y los agentes sindicales y sociales para defender y representar a las empresas salmantinas, y para concretar y apoyar todas aquellas medidas que favoreciesen la mejora del empresariado, así como los proyectos necesarios para fortalecer las políticas sociales y económicas de nuestra ciudad y provincia.
La única laguna que existe al respecto es que se está tardando demasiado tiempo en completar el proceso para que nos sentemos en la Mesa de Diálogo Social de Salamanca. Una Mesa en la que hasta la fecha no están representados los empresarios salmantinos, dado que CES es el agente más importante y representativo del sector empresarial de Salamanca. Pero en este proceso vamos a ser firmes y vamos a exigir que se cumplan los plazos para que el Diálogo Social de nuestra ciudad deje de estar cojo y represente de verdad al empresariado salmantino.
-¿Cree que el diálogo entre la patronal y los sindicatos es el adecuado o que debería ser más fluido y activo en estos tiempos de crisis?
-Estamos ante un diálogo cojo, incompleto, en el que no hay unión. No es de recibo, por ejemplo, que el Gobierno central haya aprobado de forma unilateral, junto con los sindicatos, la subida del SMI y no se haya tenido en cuenta la opinión de los empresarios, que somos los que vamos a pagar esa subida. Tampoco los sindicatos han estado ahí cuando los empresarios hemos salido a las calles a manifestarnos para buscar soluciones rápidas a los problemas que nos han ido surgiendo derivados de la pandemia. Hemos alzado nuestra voz no sólo para proteger nuestros negocios, sino también a nuestros trabajadores. Y ahí no nos han acompañado los sindicatos. Por eso, ante esta falta de diálogo y unión, es más necesario que nunca que Conpymes, en la que estamos integrados, y que es quien verdaderamente representa y defiende los intereses de las pequeñas y medianas empresas, y de los autónomos de nuestro país, esté en el Diálogo Social nacional, y que CES esté en la Mesa de Diálogo Social regional para ‘pelear’ de verdad por las medidas que más favorezcan al tejido empresarial.
-¿Maneja datos su organización sobre cuántas empresas han podido cerrar en Salamanca durante la pandemia?
-A finales de este año tendremos datos más concretos, pero un dato que manejamos es que la pandemia se ha llevado por delante a más de 400 empresas en Salamanca en 2020. La provincia de Salamanca cerró 2020 con 9.909 empresas inscritas en la Seguridad Social, 425 menos que en el 2019, el 90% de ellas pertenecientes al sector servicios. Una cifra alarmante. En muy poco tiempo se ha producido un deterioro del tejido productivo como nunca había ocurrido. Este comienzo de año ha sido terriblemente malo para los empresarios y autónomos, y aunque estamos luchando para mantener nuestros negocios, mantener el empleo y favorecer que la recuperación sea rápida, las circunstancias aún son muy malas. Tenemos más cargas añadidas, como la subida de la luz, la subida del SMI…
-¿Cree que un cambio de Gobierno facilitaría la recuperación económica?
-Ha quedado más que patente que este Gobierno de coalición no ha hecho las cosas bien desde un principio, ni siquiera se han entendido entre ellos. No se nos ha escuchado y, aunque se han puesto en marcha mecanismos que en una etapa concreta nos hayan podido salvar del abismo, como los ERTES, nos hemos visto en demasiadas ocasiones desamparados. Necesitamos soluciones contrarreloj porque estamos viendo que las herramientas, medidas y decisiones adoptadas hasta la fecha son insuficientes y es necesario multiplicarlas. Estamos avanzando a un ritmo menor que otros países. Y el tiempo es oro. Las empresas necesitan liquidez y soluciones rápidas para mejorar su solvencia tras el impacto del Covid-19. Los empresarios y autónomos están ya con la soga al cuello. Y necesitamos medidas contundentes y efectivas. Con este Gobierno, o con otro.
-¿Cómo son sus relaciones con la otra patronal salmantina, CEOE Cepyme?
-Nuestra verdadera relación es con los empresarios y las instituciones. La otra patronal no ha estado a la altura de las circunstancias. Hemos intentado un diálogo con ella por el bien de los empresarios, pero vive encorsetada en el pasado y no contempla avanzar.
Como presidente de CES creo que un representante empresarial tiene que tener una gran responsabilidad con el bien común, con todos los empresarios de su tierra, y un compromiso y respeto permanentes hacia sus asociados, hacia los que no lo son, y hacia el tejido empresarial en su conjunto. Es algo que CES tiene muy claro y por lo que trabaja. Sin embargo, el dirigente empresarial de la otra patronal sólo se dedica a mentir y a falsear la realidad, lo que le inhabilita como dirigente empresarial.
-¿Se muestra optimista ante el futuro inmediato de Salamanca y de toda Castilla y León? ¿Podremos salir de esta crisis?
-El impacto de esta crisis está siendo abrumador. Según el FMI, el coronavirus ha creado una crisis económica como ninguna otra, mucho peor que la crisis financiera mundial de 2008. Habla incluso de que la crisis actual podría llegar a convertirse en la peor recesión global en cerca de 90 años, desde la Gran Depresión de principios de los años 30 del siglo pasado.
Pero, aunque necesitemos años para recuperarnos de la pandemia del coronavirus, claro que saldremos de esta crisis. Y espero que más reforzados. El principal objetivo de CES a día de hoy es salvar el mayor número de empresas posibles y empleos. Y para ello necesitamos el apoyo de las instituciones. Tienen que escucharnos y tomar las decisiones en coordinación con nosotros, con los agentes empresariales, que somos los que de verdad conocemos la realidad de los negocios. No pueden tomarlas poniéndose una venda en los ojos.