'El Mariquelo' toca 'María de la O' en Salamanca, en una jornada pasada por agua
El Mariquelo cumple con la tradición y lanza un mensaje de apoyo a los afectados por el volcán de La Palma en su XXXV ascensión a la Torre de las Campanas
31 octubre, 2021 14:33Noticias relacionadas
Ángel Rufino, 'El Mariquelo', sigue fiel a la tradición y toca la charrada 'María de la O' en lo alto de la torre de la Catedral de Salamanca. Impasible a la lluvia y al viento, que quitaron lustre a los fastos que se suceden todos los años en la calle Rúa y la Plaza Mayor, 'El Mariquelo' tuvo palabras de aliento para los afectados por la erupción del volcán en La Palma.
Desde primera hora, la Plaza Mayor y aledaños se llenaron de sones tradiciones, con una buena cantidad de tamborileros y dulzaineros, llegados de todos los puntos. Bailes tradicionales, pero este año, por orden municipal, la yegua 'Bailaora' no pudo hacer su entrada en las calles de Salamanca. Ni tampoco la carroza que llegó de La Alberca, cosas de la oficialidad. Pero el folclore sigue con sus ritmos y alegría.
El folclorista cumplió hoy, en la víspera de Todos los Santos, con la tradicional ascensión a la torre de la Catedral Nueva de Salamanca para realizar una acción de gracias a que, en esta ocasión, fue dedicada a los enfermos de esclerosis múltiple, Alzheimer, autismo y encefalomielitis miálgica y a los miembros de la asociación Ariadna.
Alrededor de las 11.20 horas comenzó la subida hasta la campana grande del templo, denominada 'María de la O'. Allí recordó el terremoto de Lisboa en 1755 y que, por suerte, no dejó víctimas en Salamanca. Tras asomarse al reloj instalado en uno de los laterales de la Torre de las Campanas, 'El Mariquelo' dio por culminada la ascensión a los pies de la campana 'María de la O', desde donde lanzó su mensaje de apoyo a los damnificados por el volcán de La Palma y las víctimas del coronavirus. Concluyó con la suelta de palomas y el toque de 35 campanadas en honor de los años de celebración de la ascensión.
Una tradición que viene de 1775
Toda esta tradición de 'El Mariquelo' comienza el 31 de octubre de 1755, con un tremendo terremoto ocurrido en Portugal, las noticias de la época hablaban de una magnitud de 9 en la escala de Richter. Este terremoto pasó a conocerse como 'el terremoto de Lisboa'.
La población de Salamanca, dada la cercanía con Portugal, resultó asustada y se dirigió a la Catedral Nueva a refugiarse del temblor. Cuando terminó se salió al exterior a calcular los daños. La Catedral Nueva parecía no haber sufrido mucho tras el terremoto, algunas figuras de la fachada se habían desprendido y destrozado al caer, pero aparentemente no se calculaban muchos más daños hasta que alguien se percató de que la torre se había inclinado. La misma tiene 100 metros, y se tuvo en cuenta que si ella se desploma parte de la Catedral cedería. Se reforzó en varias ocasiones para evitar males mayores.
Debido a que se realizaba un control de la torre todos los años para ver su estado, y si la inclinación aumenta o no, la familia que vivía en la Catedral y que se encargaban, entre otras cosas, de tocarlas campanas cuando correspondiera fueron dando forma a esta tradición. La familia eran 'Los Mariquelos', y cada 31 de octubre sube un miembro a la torre para tocar las campanas, dar gracias a Dios, pedir que no se repita un suceso como el de 1755 y, por supuesto, evaluar el estado de la torre.
Fabián fue el último miembro de esta familia en cumplir con la tradición, lo hizo por última vez en 1976. Ahora, Ángel Rufino, actual 'Mariquelo', ha recuperado y acrecentado la ascensión a la torre. Lo más curiosos, para los visitantes, es verlo ataviado con el traje charro, subir por fuera de la cúpula de la torre, y llegar a lo más alto, es decir, hasta donde lo deje el Cabildo, una vez situado allí toma su gaita y el tamboril y comienza a tocar la charrada 'María de la O'.