El portavoz del Grupo Socialista en la Diputación de Salamanca, Fernando Rubio, denunció este jueves “la fila de la vergüenza” durante el inicio de la vacunación masiva a las personas mayores de la provincia salmantina, tanto de la tercera dosis contra el COVID-19 como contra la gripe común. “Es un absoluto delirio que haya nonagenarios y centenarios esperando para ser vacunados”, afirmó el Rubio ante el pabellón Martín Fiz de la localidad de Tamames, asegurando además haber visto a personas "caerse" y "encontrarse prácticamente en situación de desmayo”.
Según Rubio, la Junta de Castilla y León está tratando a los mayores, "los que mejor trato merecen, los más vulnerables, peor que al ganado”. Para el portavoz socialista en La Salina, existe una situación de “inhumanidad” ante la que “solamente podemos indignarnos, alzar nuestra voz y solicitar dimisiones urgentes ya”. Quien también es alcalde del municipio de Juzbado aludió a las “numerosas peticiones” realizadas por los socialistas con el objetivo de que se vacune en los consultorios locales de los pueblos para concluir que “se trata ya de crueldad”.
En la misma línea, y sin ahorrar calificativos, Fernando Rubio culpó a la Junta del “caos total” del proceso de vacunación. “¿No se puede vacunar a los mayores en sus localidades?”, se preguntó en este sentido. “La falta de gestión y sensibilidad con el medio rural da lugar a estas circunstancias totalmente inaceptables. El PSOE, mientras, está aquí con la gente, donde debe estar, para decir lo que es justo y lamentamos que no haya nadie del PP denunciando esta situación y siendo cómplices por callar”, finalizó.
Alcaldes socialistas
En compañía del portavoz provincial comparecieron alcaldes socialistas de la zona de la Sierra, incluido en de La Alberca, Miguel Ángel Luengo, quien criticó que se deje la responsabilidad a los alcaldes, que no tienen competencias, para organizar a sus mayores “de un día para otro” y para “que se vacunen a muchos kilómetros de sus casas”. “A Mañueco alguien le ha dicho que Salamanca es una provincia eminentemente ganadera y ha dicho: Bueno, pues a tratarlos como el ganado”, denunció.
Asimismo, Soledad Álvarez, alcaldesa de Mogarraz, “uno de los pueblos afectados por esta masacre”, calificó como “impresionante” que una de las justificaciones por la cual no se puede vacunar a la gente en sus centros de salud sea “que no reúnen las condiciones adecuadas”, asegurando que el pabellón de Tamames las reunía menos. “La gente de pie con 100 años, sin una silla, ni un sitio para poder estar dignamente, sin calefacción ni comodidades de ningún tipo”, opinó Álvarez, quien recordó que el pasado año se vacunó todo su pueblo “en apenas dos horas”. “Esto me parece un despropósito total que hace sufrir a nuestros mayores que deberían estar en su casas tranquilamente descansando”, sentenció.
Finalmente, el alcalde de Boada, Matías Garzón, se sumó a las críticas calificando la situación como “intolerable”, “Aquí hay personas de 90 y 100 años con tres grados, sin sillas para sentarse y los que estamos bien, estamos tiritando. El señor Mañueco, al que se le va la fuerza por la boca muchas veces con el medio rural y los pueblos, no se preocupa de nosotros. Que venga, que vea y que tome nota de lo que está pasando aquí”, sugirió el regidor socialista.
Éxito de gestión
Sin embargo, el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, quien fue cuestionado por este asunto durante una comparecencia sobre ‘Los 1.000 otoños de Salamanca en bandeja’ calificó la gestión de la Junta en el asunto de la vacunación como “una historia de éxito”. “Los castellanos y leoneses podemos estar muy orgullosos del sistema de salud y quiero felicitar al Sacyl y al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, por el extraordinario trabajo de los profesionales que lo han dado todo y han hecho muchas horas extras, mucho tiempo y mucha dedicación para conseguir poner pauta completa en un tiempo récord”, declaró.
Según indicó el mandatario de la Salina, “afortunadamente”, las cotas de contagios son ahora “sensiblemente más bajas” y es posible estar “un poco más tranquilos”, aunque advirtió de que hay que estar “ojo avizor” porque en Europa están incrementándose los contagios de nuevo y en España no se puede “bajar la guardia”. “No tengo más que palabras de felicitación al Sacyl por los servicios prestados y por el gran trabajo hecho por los profesionales de Castilla y León, y también de Salamanca. Estoy convencido de que Sacyl hará lo necesario para que las personas puedan estar atendidas lo mejor posible, como han estado haciendo hasta ahora”, zanjó.