La investigadora del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) Marina García Macía trabaja en un nuevo mecanismo que podría suponer una nueva estrategia terapéutica para el tratamiento de la enfermedad de hígado graso.
Beneficiaria de una ayuda postdoctoral Sara Borrell concedida al IBSAL e integrante del grupo de Juan Pedro Bolaños, catedrático de la Universidad de Salamanca (USAL), ha obtenido recientemente el reconocimiento de 'Artículo del mes' de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM).
También para otras enfermedades metabólicas
Según la información facilitada por el IBSAL, el hígado graso es una patología hepática "cada vez más común en todo el mundo, especialmente en los países occidentales", como ejemplo "solo en los Estados Unidos es la forma más común de enfermedad hepática crónica", y afecta aproximadamente a una cuarta parte de la población.
La acumulación aberrante de gotas lipídicas puede desencadenar la enfermedad y estas gotas lipídicas "se caracterizan por un núcleo lipídico rodeado por una membrana decorado con proteínas, de las cuales las perilipinas (Plins) son específicas de este orgánulo", ha explicado la información facilitada por el IBSAL.
Sobre el trabajo del grupo de García Macía, los científicos intervinientes estudian la degradación de las gotas lipídicas mediante el reciclaje celular (autofagia) y han descubierto cómo la proteína 'mTOR', que controla el crecimiento celular, activa a la perilipina 3 ('Plin3') "induciendo la degradación de las gotas lipídicas y así, impidiendo su acumulación no deseada", ha apuntado la documentación aportada por el IBSAL.
El estímulo de nuevo mecanismo podrá servir como estrategia terapéutica para la enfermedad de hígado graso, como también otras enfermedades metabólicas que cursen con acúmulo de grasa, como, por ejemplo, la obesidad, ha explicado el instituto.