La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a seis años de prisión y a la privación del derecho a conducir por diez años al conductor del vehículo que se estrelló contra un árbol en el municipio salmantino de Galisancho en julio de 2020, accidente en el que murieron cuatro jóvenes, todos ellos vecinos de Alba de Tormes, que viajaban con él en el interior del vehículo. El copiloto resultó herido y fue hospitalizado, pero pudo salvar la vida.
La sentencia recuerda que en la madrugada del 21 de julio de 2019, el acusado conducía el vehículo en el que se montaron también otros cinco jóvenes para dirigirse desde la localidad de Santa Inés hasta Alba de Tormes, después de haber pasado una noche de diversión durante las fiestas del pueblo.
Durante ese trayecto el ya condenado, según recoge la sentencia, condujo en todo momento de una manera “brusca, y con volantazos, reducía para coger más velocidad, con acelerones y cambios constantes de velocidad”.
Se estima que la velocidad de circulación del vehículo era de 122 kilómetros por hora, así como que la salida por el lado derecho de la calzada se produjo a 120, cuando la limitación de la vía la genérica era de 90.
El conductor del vehículo dio positivo en todas las pruebas de alcohol y celdrogas realizadas. De hecho, durante la celebración de la vista oral, que se celebró el pasado mes de octubre en la Audiencia Provincial de Salamanca, el acusado reconoció que había bebido aquella noche cerveza durante la celebración de las fiestas de Santa Inés, pero que compartió la litrona de cerveza con otros amigos. El acusado negó que hubiera consumido drogas esa noche, pero los análisis practicados pusieron de manifiesto que sí había tomado sustancias estupefacientes.
Como consecuencia del siniestro fallecieron los cuatro jóvenes citados anteriormente y resultó con heridas graves el copiloto del vehículo. El accidente de Galisancho ocasionó una enorme conmoción en toda Salamanca, pero en especial en el municipio de Alba de Tormes, donde vivían los jóvenes fallecidos.
Por ello, se le ha condenado a seis años de prisión, la retirada del carnet por diez años, así como a indemnizar a las familias de las víctimas, y al copiloto del vehículo.
La Audiencia Provincial rebaja dos años la pena solicitada por el fiscal, que pedía ocho años, pero aumenta la cantidad de las indemnizaciones solicitadas para los familiares de las víctimas.