Este viernes 25 de febrero Ciudad Rodrigo ha dado el pistoletazo de salida a las fiestas del Carnaval del Toro. Una celebración que regresa después del parón por la pandemia y que llena de alegría las calles del municipio salmantino.
Además, como ocasión especial, el encargado de dar el pregón ha sido el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que ha estado acompañado del presidente en funciones de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde del pueblo, Marcos Iglesias Caridad.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, dio lustre al Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo, en Salamanca. “Cierto es que todos los carnavales son iguales y distintos, pero solo existe uno que sea único con mayúsculas. Solo uno que brilla con luz propia, con luz española en todo el mundo: el de vuestra recia, de vuestra antigua, de vuestra hermosa ciudad”, manifestó entre el júbilo en forma de ovación desde el patio de butacas, según ha informado la agencia Ical.
El acto, celebrado ante un repleto Teatro Nuevo Fernando Arrabal, contó con la presencia del presidente en funciones de la Junta de Castilla y León, el salmantino Alfonso Fernández Mañueco, quien también acompañó al pregonero mayor tanto en la recepción institucional en el salón de plenos como en su desenfadado saludo posterior desde el balcón municipal. El regidor madrileño también pudo contar con la compañía del presidente de la Diputación de Salamanca, el mirobrigense Javier Iglesias.
Una vez cumplió con la tradición de elogiar a la corte de honor, encabezada por la reina de las fiestas, Paloma Alaejos, quien entró de su brazo en el teatro, para lo que utilizó unos versos del célebre literato mirobrigense Feliciano da Silva, Martínez-Almeida agradeció a su homólogo en Ciudad Rodrigo, Marcos Iglesias Caridad, la oportunidad de viajar hasta este “incomparable relicario de piedra de nuestra historia”, como definió al municipio, antes de destacar, en nombre de los madrileños, su “admiración” por la localidad occidental y resumir los lazos que les unen entre sí.
De hecho, el regidor capitalino sostuvo que Miróbriga “está en el corazón de Madrid”, matizando que no se trataba de una metáfora, sino de la constatación de un hecho. “Tres calles con nombres de ciudad parten de nuestra Plaza Mayor: Toledo, Zaragoza y precisamente Ciudad Rodrigo”, recordó. Un evento que justificó en gratitud “al valor demostrado los mirobrigenses contra el francés durante la Guerra de la Independencia”.
Prosiguió su discurso Martínez-Almeida por el elogio a la historia de la ciudad, mencionando otros populares pasajes, como la victoria bélica ante el ejército inglés al mando del duque de Wellington. Más tarde, mencionó su carácter fronterizo, donde se acoge a todo el mundo, como Madrid, con el “punto de frontera” de su aeropuerto hacia y desde cualquier país, lo que confiere a madrileños y mirobrigenses la virtud de “acoger primero y preguntar después”.
El alcalde madrileño dedicó buena parte de su exposición posterior a elogiar la belleza de Ciudad Rodrigo. “Yo vengo del Madrid de los rascacielos y creedme que basta a un vistazo a vuestra ciudad para ponernos en nuestro sitio a los madrileños”, reconoció el regidor con exagerado halago, antes de exponer una nueva analogía entre ambos territorios en torno a los castillos de Cerralbo, el de la comarca mirobrigense y el que reposa en tierras madrileñas.
La parte final de su discurso versó sobre las singularidades del festejo, en sí para el que tampoco escatimó en adjetivos. “El Carnaval de Miróbriga es distinto porque su protagonista es el icono admirable del toro de lidia corriendo por las calles medievales de una ciudad de ensueño, llena de palacios y casonas nobiliarias, en encierros y desencierros que son seguidos con asombrosa pasión desde hace siglos por el pueblo”, describió ó el regidor capitalino, acabando su retahíla a voz en grito con ‘vivas’ al Carnaval, a Ciudad Rodrigo y a España.
Los prolegómenos
Antes de culminar con el pregón su visita a Ciudad Rodrigo, Martínez-Almeida se dio un paseo por las calles de la localidad salmantina, donde convivió con los ‘farinatos’ y visitantes que le hicieron llegar un cariño que solo se vio interrumpido por un puñado de silbidos durante el saludo desde el balcón del Ayuntamiento. “Tenía muy claro que ser el alcalde de Madrid era el camino más corto para ser pregonero de Ciudad Rodrigo. El alcalde entendió el mensaje”, bromeó, destacando ante su homólogo, a quien hacía referencia, lo especial de esta edición por la ausencia de la anterior. “Tenéis una responsabilidad, que es disfrutar por este año y por el pasado”, invitó a los ciudadanos congregados en la plaza que le devolvieron sus jaleos más fervientes.
Durante los instantes previos, el salón de plenos del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo sirvió para celebrar el tradicional acto institucional de recepción del pregonero mayor, en el que hubo tiempo para que Martínez-Almeida de fotografiara con las jóvenes de la corte de honor y con el resto de autoridades y para que dejara su estampa en el libro de honor con una sentida dedicatoria. Además, Iglesias Caridad, como regidor local, le hizo entrega de la insignia de la ciudad que representa ‘las tres columnas’: antigua, noble y leal. “Llevaré este altísimo honor para siempre en mi corazón y en mi recuerdo”, prometió.