Fusiones millonarias. ERES. Despidos. Banca online. Cajeros automáticos. Adiós a lo humano. A nadie se le escapa ya que la tendencia en el sistema financiero está completamente direccionada a la reducción extrema de costes, la impersonalidad y la atención a través de las pantallas. Si se puede hacer con una máquina (llámese cajero automático o teléfono móvil), mejor. Algo que ha llevado al cirujano jubilado Carlos San Juan de Laorden a alzar la voz por el sentir de miles de ciudadanos en España: "Soy mayor, no idiota". Este héroe sin capa se ha cansado de sufrir que las entidades "se hayan olvidado de las personas mayores", que sufren un sistema bancario con su eje central en las operaciones digitales y un horario reducido para gestiones presenciales y que se colman de ciudadanos que no se apañan con las nuevas tecnologías.
Un problema que se agrava cuando esta reducción de la atención al cliente llega al medio rural. Los pueblos de esta mal llamada España Vaciada (aunque muchas veces parece más vacilada) han visto como sus bancos, sus cajas de toda la vida los han abandonado. Tienen su dinero, sí, pero, en muchos casos, ya no tienen una oficina a la que acudir cuando les surge alguna cuestión o necesitan hacer alguna gestión. Otra vez la frialdad de la pantalla táctil. Con suerte, algunos reciben la visita de una oficina rodante una vez a la semana (que algunos bancos también estudian suprimir) o aún se mantenga una oficina que abra un par de veces a la semana.
Y ante una tendencia que siguen todas las grandes entidades bancarias y que se ha asumido como normal, pareciera que esta es la única solución. Pero no. Porque hay una entidad bancaria que ha decidido hacerlo todo al revés. Donde todos cierran oficinas, reducen personal y obligan a sus clientes a adaptarse a las gestiones a través de una pantalla, Caja Rural de Zamora rema a contracorriente. Y lo que es más curioso: les funciona y mucho. Los fríos números hablan. La entidad de la espiga ha abierto el pasado 2021 cuatro oficinas nuevas: Villadangos del Páramo (León) , Toral de los Vados (León) , Simancas (Valladolid) y Olmedo (Valladolid). Y no contentos con eso, hace solo unas semanas, la Caja de los zamoranos desembarcaba en el céntrico barrio de Chamberí, con su primera oficina en Madrid. Caja Rural de Zamora mantiene en plantilla a 313 empleados en su red de oficinas, un 5% más que el año anterior, con 103 puntos de atención presenciales en pueblos y ciudades de Zamora, León y Valladolid. Es decir, que en la época en la que los bancos reducen plantillas y negocian EREs, Caja Rural de Zamora contrata más personas y abre más oficinas para superar el centenar en el pasado año.
Caja Rural de Zamora lleva su modelo de negocio hacia la consolidación de una banca de proximidad, basado en el trato cercano y personal con sus clientes; y de apoyo al tejido productivo y social de los territorios donde opera. Porque no solo es su presencia física en oficinas de las provincias de Zamora, León y Valladolid; sino que la entidad es colaboradora habitual de todo tipo de eventos sociales, deportivos, culturales y de diferentes iniciativas por la recuperación económica de estos territorios. Es más, en Zamora se suele comentar que allí donde se organiza algo está Caja Rural. Desde patrocinar el cartel de fiestas del último pueblo de la provincia a querer aportar el primer millón de euros al proyecto de recuperación del campamento militar en Montelarreina (Zamora). Una excelente campaña de imagen corportativa que tiene respuesta directa por parte del ciudadano de a pie, es decir, de los clientes. Caja Rural de Zamora es la mayor entidad financiera de toda la provincia de Zamora y se refleja en que sus cuotas de mercado son cada vez mayores, y su expansión por otras provincias van en subida. Su inversión supone ya un 44,5% del mercado (un 2,7% más) y su cuota de depósitos bancarios asciende hasta el 31%, un 1,7% más con respecto a 2021. Así, la entidad mantiene 53.000 socios, 150.000 clientes y 246 cooperativas asociadas a la entidad.
Caja Rural de Zamora consigue el beneficio más alto de su historia
No es otra cosa que un dar para recibir. Algo que el propio director general de Caja Rural de Zamora, Cipriano García, dejaba claro en la presentación de su balance anual esta misma semana. Para la entidad, "el binomio" entre una buena plantilla de empleados y sus clientes son la clave del éxito de la Caja de los zamoranos. No en vano, Caja Rural de Zamora obtenía un beneficio de 27 millones de euros en el año 2021. Una cifra histórica, la más alta hasta ahora, y con la cual crece un 9,6% respecto al año anterior. En la actualidad, el volumen de negocio total de la entidad alcanza los 4.999 millones de euros, un 14,9% más que en 2020, y que consolida una tendencia al alza que comenzaba en 2015.
Caja Rural de Zamora puede presumir de una salud financiera envidiable a nivel nacional. Su ratio de solvencia se sitúa en un 17,43%; y cabe recordar que el ratio mínimo que se exige a los bancos es de un 8%, por lo que Caja Rural de Zamora se encuentra en un nivel de más del doble al exigido, y que este año, además sube un 0,23%. Este punto es para los directivos de la Caja "nuestra mayor fortaleza financiera y capacidad para afrontar una crisis muy dura y con imprevisibles consecuencias, esta solvencia nos permite dar un mayor apoyo a la provincia y nuestra sociedad". Es decir, que los buenos números que obtienen gracias a sus clientes vuelven a revertirlos en las provincias en las que operan. Hasta un 76,8% de los recursos captados se invierten en el desarrollo económico de Zamora, León y Valladolid.
Pero sin duda, uno de los datos que refleja la buenísima salud de la que goza la entidad financiera y la confianza de los ciudadanos en las provincias donde trabajan es que el 85,1% de las hipotecas que se firmaron en 2021 en la provincia de Zamora fueron de Caja Rural de Zamora. Esto confirma, según indicaba Cipriano García en su balance anual, que es "la muestra de nuestra posición hegemónica en la provincia, como primera entidad financiera y motor financiero de Zamora". Pero es que, además, la Caja ha aumentado "significativamente" la concesión de nueva financiación a empresas y particulares durante 2021 hasta alcanzar los 832 millones de euros.
Finalmente, la Caja Rural de Zamora también destaca a nivel nacional por su ratio de eficiencia, que es del 43,1%, uno de los mejores del sistema financiero español. Los ratios de rentabilidad y eficiencia de la Caja están por encima del promedio del sistema nacional, "siendo unos parámetros muy completivos, y además, objeto de referencia para nuestros competidores". Es decir, que aunque Caja Rural de Zamora focaliza fundamentalmente su actividad en tres provincias de Castilla y León, junto a una inicial expasión a Madrid; la entidad destaca entre los grandes bancos nacionales con su modelo contrario a la impersonalización de la banca.