El Juzgado de lo Penal número 2 de Salamanca absuelve a una cuidadora, acusada de homicidio por imprudencia y lesiones graves, por el fallecimiento de un anciano al cuidaba tras saltarse la cuarente por Covid-19.
Los hechos se remontan a diciembre de 2020, cuando el fallecido y su esposa, de 92 y 86 años de edad respectivamente, contrataron a la Empresa de Servicios de Ayuda a Domicilio, la asistencia y atención domiciliaria a los dos ancianos. Dichos servicios se realizaron por la trabajadora -ahora absuelta-, desde el día 9 de diciembre de 2020 al 21 de enero de 2021, en una vivienda sita en la calle Valle Inclán 9 de la capital salmantina, prestando dicha asistencia de lunes a domingo, en horario de 10 a 12 y de 20.45 a 21.45 horas.
La pareja de la trabajadora contraje el Covid el día 19 de enero de 2021, confirmado por el Centro de Salud de Pizarrales, haciéndole "indicacióne expresa a la trabajadora para que se confinara en su domicilio" y se hiciera ese mismo día una prueba PCR. El resultado de la prueba fue comunicado a la acusada el 21 de enero de 2021, dando positivo a la enfermedad de coronavirus.
"No ha quedado demostrado el contagio"
La trabajadora acudió a trabajar al domicilio de los ancianos los días 19 a 21 de enero por la mañana antes de tener el resultado de la PCR. Este resultado positivo la trabajadora se lo comunicó a la empresa y dejó de prestar los servicios de asistencia domiciliaria desde ese momento.
Pero, el 21 de enero la pareja de ancianos comenzaron a presentar síntomas de tos y mucosidad, dando ambos postivo a Covid-19 el día 27 de enero de 2021, con prueba PCR. Ambos tuvieron que ser ingresados el 4 de febrero por insuficiencia respiratoria aguda e insuficiencia cardíaca descompensada. Al anciano le dieron el alta hospitalaria el 19 de febrero de 2021, falleciendo en su domicilio el 31 de marzo de 2021.
El auto recoge que "no ha quedado demostrado que la acusada hubiera transmitido la enfermedad Covid-19 entre los días 19 a 21 de enero a la pareja de ancianos que cuidaba".