Al hilo de Savia Salamanca, descubrimos algunos de los secretos y curiosidades de los jardines históricos que forman parte de la infraestructura verde urbana de la ciudad de Salamanca. Es el caso de la Plaza de Colón, de la que existe un exhaustivo trabajo del técnico municipal de parques y jardines, Jacinto Pérez Jiménez, cuya obra 'Plaza de Colón. Un jardín con historia', será el camino que sigamos para acercarnos, un poco más, a este emblemático y conocido emplazamiento verde de la capital salmantina.
Al igual que otras parroquias salmantinas, la desaparecida iglesia de San Adrián generó un espacio urbano de relación social en su derredor conocido como plaza de San Adrián. Esta plaza pronto fue ocupada por casas principales civiles y religiosas, alguna de las cuales aún permanecen en el entorno. El origen de la actual Plaza de Colón se remonta al siglo XV, a los tiempos del Príncipe Juan, Señor de Salamanca (1497), quien mandó empedrar varias calles en torno a la iglesia de San Adrián. Junto a esta antigua iglesia se edificaron distintos palacios: el de Almarza, Orellana, Anaya de Carabas, Maldonado y Abrantes, algunos de los cuales existen en la actualidad. Con el paso del tiempo, las fuertes órdenes religiosas fueron ganando importancia en la zona y, por ejemplo, se establecieron los grandes colegios de los Clérigos Menores de san Carlos Borromeo y los Trinitarios Descalzos.
Con el paso del tiempo tomaron presencia las poderosas órdenes religiosas y también las importantes corrientes de entrada a la ciudad. En el siglo XVIII comenzó la decadencia de la iglesia de San Adrián entre otros motivos, la construcción de la Plaza Mayor y, definitivamente, la guerra de la Independencia, que terminó por sumir la zona y ese antiguo colegio de los Clérigos Menores en una ruina. Como curiosidad, decir que, bajo la Torre del Clavero estableció su taller la familia Churriguera. No solo la Plaza Mayor, sino también "la posibilidad de que el trazado de la carretera Vigo-Villacastín transitase por la calle Albarderos (S. Pablo). Todo ello da como resultado el ocaso de la iglesia", escribe Pérez Jiménez.
En 1839 se derribaron los restos del Colegio de Menores y en 1856 la iglesia de San Adrián y, a partir de entonces, tienen lugar varias intervenciones para convertir ese espacio en una plaza. Primero se construyó un muro y se estabilizó el terreno, posteriormente se empezó a llamar popularmente “la Plaza del Carbón”, porque suponía una espaciosa plataforma donde los carboneros podían depositar sus costales y más tarde, en 1879 se creó una escalera eliminando el terraplén que había junto al Cuartel de la Guardia Civil (antiguo convento de los Trinitarios Descalzos), edificando un muro, por lo que fue necesaria la creación de una escalera para acceder a la plaza.
Asimismo, desarrolla el primer diseño del jardín que tendría “un trazado geométrico con una glorieta en medio donde se instalaría una escultura” y se desarrolló el primer diseño del jardín a cargo del arquitecto municipal, José González Altés, aunque existen dudas de si ese proyecto se llevó a cabo, ya que hubo varios proyectos fallidos en torno a esta plaza. Finalmente, en 1892 se aprobó el plano y los presupuestos para crear unos jardines en la Plaza de Menores y en 1893, con motivo del IV Centenario del descubrimiento de América, se erigió el monumento a Colón y se configuró el jardín que lo guarda, tomando entonces el nombre de plaza de Colón que llega hasta hoy.
A modo de anécdota, recordar que diversas circunstancias se dieron en este nuevo espacio, como fue la que surgió en 1884 cuando la Corporación aprobó la colocación de lo que se conoció como el 'Salón Artístico', que no era más que una instalación de madera de 31 metros de largo por 43 de ancho. Este salón fue muy criticado por la ciudadanía y por la prensa que llegó a calificarlo de "vergüenza, un barracón de madera que se llama Salón Artístico por sarcasmo y otras cuantas barracas, albergue de zapatero viejo". El lenguaje y la crítica propia de la época, finales del s. XIX. El salón, de techo de cinc, se inauguró con representaciones de Zarzuela y a lo largo de su existencia albergó conciertos, funciones teatrales, bailes de artesanos, etc. Está no fue la única construcción “provisional” autorizada en la plaza, en 1886 se concedió licencia para el establecimiento del Salón Español de similares características. En marzo de 1892, tras más de dos años de intentos, se logra desalojar de la plaza al Salón Artístico.
Así, de por medio se desarrolla el primer diseño del jardín que tendría “un trazado geométrico con una glorieta en medio donde se instalaría una escultura” y se desarrolló el primer diseño del jardín a cargo del arquitecto municipal, José González Altés, aunque existen dudas de si ese proyecto se llevó a cabo, ya que hubo varios proyectos fallidos en torno a esta plaza. Finalmente, en 1892 se aprobó el plano y los presupuestos para crear unos jardines en la Plaza de Menores y en 1893, con motivo del IV Centenario del descubrimiento de América, se erigió el monumento a Colón y se configuró el jardín que lo guarda, tomando entonces el nombre de plaza de Colón que llega hasta hoy.
Fue el 9 de septiembre cuando se inauguró la estatua de Colón, el día anterior se había inaugurado el templete de hierro fundido de la Plaza Mayor y un par de días después se inauguraría la nueva plaza de toros de Salamanca, La Glorieta, convirtiendo aquellas Ferias y Fiestas en las más activas del siglo XIX.
A zona verde
El estudio de Jacinto Pérez Jiménez, asegura que "las primeras noticias que existen del aspecto del jardín y de su composición son de 1908", donde destacan unos cedros junto al resto de arbolado. Y en abril de 1916 se aprecia su planta completa y el trazado, donde se imponen las líneas de la geometría tradicional con dos ejes muy marcados, uno que celebra paralelo a la calle San Pablo y el otro perpendicular al anterior, en cuya intersección se sitúa la escultura. El equilibrio entre el jardín y su entorno urbano e histórico se logra gracias a los cuatro parterres que se forman en la confluencia de las dos rectas, desarrollando el clásico jardín cuatripartito. Estos cuatro parterres estaban bordeados por un seto, presumiblemente de aligustre, así como el de forma cuadrada que se conforma alrededor de la escultura de Colón. Dentro de esos cuatro parterres se pueden ver unas formas circulares en las que bien podría haber rosas, lirios, peonias y otras plantas que eran populares en ese momento.
De nuevo en 1918, planea la sombra de la desaparición como plaza-jardín, al proponerse este espacio urbano como lugar para construcción del Instituto General y Técnico. El proyecto fue presentado durante la alcaldía de Íscar Peyra con planos de Secall. La estatua de Colón pensaba trasladarse a la rotonda que se proyectaba en la afueras de la puerta de San Pablo. Finalmente, el proyecto no se ejecutó y en su lugar fueron replantados los jardines y parterres que habían llegado a 1920 con serios problemas de deterioro. En este tiempo fueron retirados de la Plaza Mayor los bancos tipo canapé con respaldo de hierro que rodeaban el jardín, algunos de ellos fueron colocados en la plaza de Colón a lo largo de la calle San Pablo.
En la década de los 40 la plaza dispone de un diseño más funcional, más dinámico y acorde con el Movimiento Moderno que comenzaba a implantarse en las ciudades y que, en el arte de la jardinería, tiende más por lo utilitario y lo práctico. En los años 80 la plaza contaba ya con unos árboles de considerable volumen y en un importante número: chopos, olmos, plátanos, tuyas, cedros y acacias, entre otros
Posteriormente, a mediados de la década de los 90, se renueva el jardín. Fue necesario talar 20 árboles, de los cuales fueron 8 chopos que ya habían dado problemas de pudriciones y caídas de ramas, 8 acacias con deficiencias en la copa, 1 ciprés, 2 tuyas y 1 olmo muy afectado por grafiosis. Se plantaron 14 nuevos árboles, fundamentalmente plátanos, ailantos y adelfas. Además, se crearon más de 500 m2 para flor de temporada.
Para el disfrute ciudadano
En el año 2016 el Ayuntamiento de Salamanca acometió un proyecto para la mejora y acondicionamiento del jardín, manteniendo su estructura y materiales, adaptándolo a las nuevas necesidades de accesibilidad. Se incluyeron dos nuevas zonas: una de biosaludables y otra de juegos infantiles para promover la actividad física y los entornos saludables y se llevaron a cabo otras mejoras como la puesta en marcha de un sistema de riego más eficiente o la renovación del pavimento.
Actualmente, el jardín conserva íntegras las trazas geométricas de la reforma de 1920-21. La plantación mantiene la mayor parte de lo que se que introdujo en los años 30 o 40, la única salvedad de la eliminación de los setos de aligustre para ganar iluminación y una mejor permeabilidad visual.
La superficie sigue siendo de 3.637,44 m2 y en cuanto a las especies vegetales existentes, la más abundante es el plátano con 27 ejemplares, 3 cedros y 4 tejos. También hay tuyas, rosales, varios ailantos, aligustres, vinca, Bonete, Uva de Oregón y ciprés.
La Plaza de Colón, con más de 500 años, como recoge este recorrido, es actualmente uno de los principales jardines con historia de Salamanca, su urbanismo, diseño y crecimiento. Un espacio que ha ido adaptándose según el paso de los años, hasta convertirse en un pulmón verde de la ciudad, de paso y disfrute de los vecinos y los miles de turistas que disfrutan de sus bancos y sombras.