La catástrofe medioambiental se cierne sobre la fauna y la flora del embalse de Almendra, que anega miles de hectáreas de las provincias de Salamanca y Zamora. Cientos de peces han aparecido muertos debido a la falta de agua. Esta situación se ha agravado, de manera exponencial, por el trasvase de agua a Portugal, para hacer efectivo el Acuerdo de Albufeira. Una situación de escasez de agua ya denunciada por los vecinos de los pueblos que baña el embalse del río Tormes.
La situación de vaciado del embalse de Almendra ya viene de atrás, si bien por la falta de lluvias, también por la utilización de su agua para la producción de electricidad en tiempos de crisis energética. Este embalse, uno de los principales de España en cuanto a altura y volumen, está a menos del 30% de su capacidad, dejando al aire pueblos anegados, construcciones y troncos secos y, lo peor, cientos de peces muertos en sus orillas o en los charcos que quedan tras la bajada del agua, con todos los problemas de salud que ello conlleva.
El Acuerdo de Albufeira y las protestas vecinales
Esta situación que se vive ya todo el año, se ha visto agravada por el trasvase de agua a Portugal, debido al Tratado de Albufeira, firmado por los gobiernos de España y Portugal, allá por 1998, para la administración y uso hídrico de las cinco cuencas hidrográficas que comparten, que son de norte a sur: Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana. En este caso, corresponde a la Cuenca Hidrográfica del Duero.
Este acuerdo obliga a España a que los embalses de Ricobayo y Almendra, los de mayor tamaño de la Cuenca Hidrográfica del Duero, enviaran unos 650 hectómetros cúbicos de su agua embalsada al país vecino.
El trasvase ha provocado las protestas de los vecinos, que ven el vaciado de Almendra como "un desastre medioambiental". Las primeras protestas comenzaron ya en el vaciado de Ricobayo, que, incluso, llegaron a las Cortes de Castilla y León y al Congreso de los Diputados, donde se marcó un tope mínimo de desembalse.
En esta ocasión, bien por las protestas, bien porque la catástrofe medioambienal se cierne sobre estas tierras, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Gobierno de Portugal han alcanzado un acuerdo por el cual se ha tomado la decisión de "reducir la suelta de agua desde los embalses hidroeléctricos durante esta última semana del año hidrológico".
A tener en cuenta, además, que más de 30.000 habitantes de la provincia de Salamanca, de las comarcas de Vitigudino, Ledesma, Campo Charro, Yeltes y Abadengo se abastecen de agua potable del embalse de Almendra, gestionado por Cabeza de Horno. A estas alturas del año, y con escasa pluviometría, muchos pueblos, sobre todo del Abadengo, tienen restricciones de agua.
A todo ello se suma el agua necesaria para abastecer el ganado de zonas como Arribes, Sayago y Ledesma. Los ganaderos deben desplazar a los animales a kilómetros para que puedan beber en la poca agua que aún queda en el embalse.
Lo que tienen claro los vecinos de ambas provincias, afectados por este convenio y estos dos embalses, que este acuerdo entre Portugal y España se tendría que actualizar para así saber dónde irá destinado el agua. Los ciudadanos quieren saber si las cantidades trasvasadas se destinarán a consumo humano o para electricidad, que levanta la mayor sospecha vistos los antecedentes.