El duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, ha visitado esta fría mañana de diciembre la exposición 'Santa Teresa de Jesús: Mujer, Santa y Doctora', que se ubica en el Convento de las Madres Carmelitas Descalzas de Alba de Tormes.
El duque de Alba fue recibido por el prior de los carmelitas descalzos de Alba de Tormes y Salamanca, Miguel Ángel Rodríguez, y la alcaldesa de Alba de Tormes, Concepción Miguélez. A continuación, pasó a visitar la exposición y el Museo Carmus, así como el convento de San Juan de la Cruz, para seguir con una misa oficiada por el prior.
En esta visita, Carlos Fitz-James Stuart también tuvo ocasión, después de la eucaristía, de saludar a las madres carmelitas. Cabe recordar que la casa de Alba donó en el siglo XVII a los Carmelitas descalzos de Alba de Tormes. Un importante códice que está expuesto en el centro Teresiano-sanjuanista de manera permanente.
Además, la exposición cuenta con nuevas obras de gran valor artístico, que se suman a las cerca de 200 que componen esta magna exposición, comisariada por el propio prior, Miguel Ángel Rodríguez.
Los dos óleos del siglo XVII que ahora se presentan vienen a engrosar la ya de por sí rica y variada galería iconográfica de la exposición “Teresa de Jesús: Mujer, Santa, Doctora”y del museo Carmus de Alba de Tormes. Sendos lienzos recrean el popular tema de la Santa como escritora mística, imagen esta sumamente pródiga en las representaciones artísticas desde su muerte, viviendo un notable impulso a partir de su beatificación (1614) y canonización (1622).
El primero de estos cuadros, préstamo de la colección Armilar Zahar de Salamanca para la actual exposición que se celebra en el monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen de Alba de Tormes, nos muestra a santa Teresa ensimismada en sus escritos. Se trata de un cuadro que denota calidad, si bien su anónimo autor, quizá por las referencias artísticas previas en las que se inspira o copia, manifiesta cierta rigidez, lo que obsta para que en su color y en sus singulares formas detectemos evidentes guiños a los modelos aludidos.
El segundo lienzo, donación de una familia madrileña para la exposición teresiana, se podrá ver de modo permanente en el Museo Carmus; aunque repite el prototipo ya descrito, a diferencia del anterior, su protagonista no aparece en el acto de escribir, sino en el de recibir la inspiración, siendo un modelo más común en la iconografía barroca.
En cualquier caso, las pinturas que damos a conocer evidencian la temprana creencia, tanto en los segmentos populares como en los cortesanos, de santa Teresa de Jesús como verdadera doctora de la Iglesia en el siglo XX.