Una gran marabunta de jóvenes, y algunos ya entrados en años, tomaba las calles del centro de Salamanca, bolsa en mano y vestidos para la ocasión, para dirigirse a la Plaza Mayor y vivir, tras dos años de suspensión por la pandemia de Covid-19, el ahora llamado Fin de Año Universitario (FAU).
Las cifras dadas, o esperadas, por la organización, hablan de más de 20.000 personas las que han vivido la FAU, de las que unas 14.000 lo han hecho en la Plaza Mayor, según la organización y la Policía Local. Una organización que corre a cargo de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca, con la inestimable colaboración del Ayuntamiento de Salamanca, en cuanto a los servicios de seguridad y limpieza, la Subdelegación del Gobierno con la Policía Nacional y la Guardia Civil de Tráfico, así como Cruz Roja y Servicios de Emergencia del 112 y Sacyl en salud.
La noche del jueves se saldó con varios altercados producidos de madrugada y hasta tres denuncias por presuntos hurtos al descuido de teléfonos móviles. Así lo refleja el parte nocturno de la Policía Local, al que tuvo acceso Ical, y que señala apenas cuatro llamadas por ruidos en domicilios, por lo que la fiesta estuvo en la calle y los bares.
El suceso más llamativo tuvo lugar hacia las 5.22 horas cuando un grupo de jóvenes, según especifica el documento, trató de irrumpir por la fuerza en un establecimiento de ocio nocturno ubicado en la céntrica calle Bordadores simulando ser policías nacionales. Poco después, tuvieron que responder por ello ante las verdaderas fuerzas del orden.
Según continuó transcurriendo la madrugada se produjeron nuevos altercados. Apenas diez minutos más tarde, a las 5.33, un joven fue denunciado por los agentes al ser sorprendido tratando de llevarse una señal de tráfico en la plaza de la Constitución, a mitad de la Gran Vía salmantina.
No muy lejos de allí, en un local de la calle Toro, la Policía Local se vio obligada a intervenir sobre las 5.58 horas porque un grupo de jóvenes comenzó a amenazar al personal del establecimiento. La única pelea registrada durante la madrugada tuvo lugar en un bar de la calle Varillas hacia las 6.36 horas.
En el capítulo de circulación de vehículos, los agentes de la Policía Local dedicados a la inspección del tráfico denunciaron a un conductor que chocó contra una farola sobre las 6.07 horas en la calle Padre Arintero y dio positivo en el control de alcoholemia con una tasa que excedía la tasa mínima de consideración de delito.
Un transcurrir tranquilo
Llegados de todos los lugares del centro y norte peninsular, sobre todo las provincias limítrofes, Madrid y Portugal, los jóvenes viven una noche especial. Si primero fue en la Plaza Mayor con conciertos en directo como Solo Noi -con Pablo Alexander, el de La Huella-, y pinchadiscos modernos, para tomar, a las 00.00 horas las 12 gominolas de la suerte, más tarde la fiesta se trasladó a los bares de copas, discotecas, parques, jardines y, una inmensa concentración, en el Multiusos Sánchez Paraíso, con una gran fiesta con previo pago de entrada.
Desde finales de los años 90, con lo que hace la friolera de casi 20 años, en diciembre se celebra en Salamanca un evento de carácter lúdico-estudiantil cuya finalidad es celebrar con dos semanas de antelación la llegada del nuevo año. La ciudad despide el año en su centro neurálgico, la Plaza Mayor, con los estudiantes que acoge durante el curso, antes de que muchos de ellos partan a sus ciudades de origen, pero también con varios miles procedentes de cualquier punto de la geografía española, e incluso del extranjero.
Más allá de la diversión
El Fin de Año Universitario implica una gran promoción mediática de la ciudad de Salamanca, como turística, joven, universitaria y divertida. Recalca una vez tras otra el concejal de Turismo, Fernando Castaño, que "el Fin de Año Universitario supone más de un millón de euros de impacto directo en una sola jornada.
Además, Salamanca se convierte en un escaparate atractivo para futuros estudiantes, según Castaño "cada estudiante universitario se deja unos 9.000 euros por año en Salamanca, si lo multiplicamos por 4 años que dura una carrera, son 36.000. Si cien nuevos alumnos tras visitar Salamanca por el FAU deciden estudiar aquí, supondría más de tres millones y medio de euros que revierten en la ciudad. Esto sin contar las visitas de padres y amigos durante su estancia aquí y las suyas propias tras finalizar la carrera, porque cada universitario salmantino se convierte en embajador de la ciudad".
El FAU es una tradición consolidada con más de 20 años y, finalmente, "es el mayor evento universitario del mundo", como asegura el presidente de la Asociación de Hostelería, Jorge Moro.