Las Organizaciones Agrarias (OPAs) de Salamanca, tanto Asaja como UCCL, ponen el grito en el cielo contra "la absurda" vacunación de los terneros de cebadero. Por ello, Unición de Campesiones de Castilla y León lleva sus protestas a las puertas de la Delegación Territorial de la Junta en Salamanca. No se debe olvidar que el destino de todos estos terneros es el sacrificio en matadero para el consumo.

Esta medida entró en vigor el pasado 1 de enero, por lo que, las OPAs presionan a la Junta de Castilla y León y al Ministerio para que pidan a la Unión Europea que modifique esta norma. La misma recoge la obligación del saneamiento de todos los terneros que se críen en cebadero treinta días antes de la salida de los mismos. O, por el contrario, haberlos realizado un chequeo en el saneamiento de la ganadería seis meses con antelación de su traslado.

No es menos cierto, como indican las OPAs, que mientras siga habiendo fauna silvestre expandida por todo el territorio, "ya podemos vacunar cuarenta mil vacas, porque seguirá existiendo la tuberculosis", según recoge Ical de boca del responsable devacuno de UCCL Salamanca, Carlos Sánchez Rodríguez.

Estas movilizaciones seguirán en Segovia el miércoles 11 y en Ávila el viernes 13. En ambas capitales. En caso de no conseguir detener esta medida, llevarán la movilización ante el Ministerio en Madrid.

Revertir la situación

Saneamiento ganadero

Por su parte, ASAJA Salamanca, consciente de este problema desde hace años, intenta revertir la situación. Ya en 2022, se aprobó una prórroga por la que es, desde el 1 de enero de 2023, cuando entra en vigor. Además, esta organización agraria no sólo ha llevado la queja a la Junta de Castilla y León, también al Ministerio de Agricultura y, concretamente, al director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa, con el que se está en conversaciones para que presionen a Europa, origen de la normativa.

“Los controles son totalmente innecesarios ya que tanto los animales saneados como los dudosos pasan igualmente a matadero, éstos últimos unos días antes que los otros”, aclara la organización. “Por tanto, lo único que se va a conseguir es malestar en los ganaderos y en los propios animales, que se estresan cada vez que hay que encerrarlos para un saneamiento, con las dificultades derivadas del manejo en los profesionales; lo que supone unos costes que sólo pagará el ganadero, sin contar con el colapso en las infraestructuras veterinarias, ya que se realizan a petición de parte”.

Esta norma, que se recoge en el Programa de Erradicación de la Tuberculosis Bovina, y por la que los animales procedentes de explotaciones calificadas deben pasar por saneamiento si hace más de seis meses que la granja lo pasara, es un “sinsentido”, ya que no se conseguirá mejorar la cadena alimentaria, puesto que todas las canales pasan el corte. Además, como todo ganadero sabe, “es extremadamente inusual que los terneros pequeños den positivo en tuberculosis, por lo que se va a realizar una prueba que apenas no se va a detectar”, sentencia ASAJA.

 

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