Entras, la cafetera retumba en tus oídos. El bullicio propio de un centro neurálgico de una ciudad eleva tu presión arterial. Te sientas, en la mesa o en la barra, y cuando llega tu café el mundo de tu alrededor pasa a un segundo plano. Esos sonidos que en principio parecían alterar tu estado de ánimo pasan a ser más bien una melodía inconfundible que nutre tu día a día. Las cafeterías marcan un rincón propio de una ciudad en la que la historia se sucede. De grandes hitos a momentos relevantes de nuestras vidas personales. Un recuerdo, un momento o una noticia. En estos lugares todos hemos vivido algo de ello. Por ejemplo, el Café Novelty, en la ciudad charra desde 1905, fue el sitio donde se forjaron los orígenes de Radio Nacional de España y la ahora extinta Unión Deportiva de Salamanca.
Decana de la hostelería en la ciudad charra, desde su inauguración se ha convertido en un "enclave fundamental de la vida social y política" de Salamanca, según destaca su propietario, Paco, en una entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León. "Han pasado por aquí un montón de gente ilustre que viene a la ciudad y lo han convertido casi en un sitio de obligada visita", subraya el gerente del establecimiento salmantino.
Miguel de Unamuno, Vargas Llosa, Paco Umbral, Carmen Martín Gaite, Juan Marché o Gonzalo Torrente Ballester, que se ha convertido en un emblema del Café Novelty con la estatua de su figura que preside una de las mesas del local. "Era asiduo del Café, uno de sus lugares favoritos de Salamanca. Cuando murió hicimos esta estatua en homenaje a él", explica Paco.
Los hermanos Federico y Vicente García Martín fueron los encargados de abrir por primera vez las puertas de esta cafetería en 1905. Durante sus inicios el espacio que ocupaba era hasta cuatro veces mayor del actual. La historia, no ajena a este icónico lugar, ha dejado varias señas entre sus paredes. Hasta tal punto que también se sabe que el rey Alfonso XIII llegó a cenar de incógnito un día allí. En 1923 el acta de fundación de la Unión Deportiva Salamanca se gestó y firmó en el Café Novelty.
Seguidamente llegaron los años 30, que marcaron una época difícil en España, con la Guerra Civil que tiene un desenlace por todos conocido. Como no podía ser de otra manera, la clientela se dividió en dos bandos, al igual que todo el país. Sin embargo, como la mayor parte de la ciudad charra, la gran mayoría se unieron al movimiento sublevado del general Franco. Tras instalar su Gobierno en Salamanca, convirtieron el Novelty en su centro de publicidad y propaganda. Incluso hicieron que cambiara su nombre a Café Nacional hasta 1964. En 1936, Dionisio Ridruejo, Agustín de Foxá y Laín Entralgo fundaron en el establecimiento hostelero Radio Nacional de España, dejando una impronta más para la historia.
La cafetería salmantina también dio el salto a la gran pantalla. Alejandro Amenábar usó un Café Novelty de atrezo para su película Mientras dure la guerra. Aquí representó a Miguel de Unamuno conociendo a los generales franquistas.
A partir de los años 50 la gerencia del local fue cogida por los abuelos de Paco. Después de casi tres décadas, el Ayuntamiento expropió el establecimiento en 1978, aunque un año después decidió devolverles una parte, cogiendo el testigo esta vez su tío. Desde el 1979 hasta 2005 el local funcionó con normalidad, hasta que se llevó a cabo la última reforma que todavía a día de hoy da color al Café Novelty. "La última renovación se hizo con una decoración muy modernista. Es lo que le da su clase y el tirón que tiene", reafirma el propietario.
Aunque no en forma, ya que la decoración ha cambiado, el Novelty sí mantiene las actividades culturales que siempre lo han caracterizado, además de apostar por que sea un "lugar muy abierto a la sociedad". "Hemos hecho concursos de pintura con la temática del Café, conciertos de Jazz, presentaciones de libros... lo que sea ha intentado y seguimos intentando es que sea un sitio con la vitalidad y la importancia social que ha tenido siempre en la ciudad y que eso no decaiga", añade Paco.
Es este factor, el hecho de mantenerse "siempre muy activo en todo el ámbito cultural", uno de los culpables del éxito del Café Novelty, que, a pesar de mantener la esencia de la historia lejana, ha sabido adaptarse a las nuevas corrientes de la sociedad del siglo XXI. También otro secreto ha sido saber adaptar su oferta. "Hemos pasado de ser un bar donde se venía a tomar café a ser un sitio donde puedes ir perfectamente a comer o cenar con la familia", subraya el propietario.
También juega un papel fundamental heladería, que tiene más de tres décadas de historia, y se ha convertido en la "más famosa" de Salamanca. "Hacemos helados artesanales y eso nos ha mantenido muy vivos y ha hecho que el negocio prospere. Ha sido muy importante", recalca Paco.
Toda esta transformación tiene un objetivo: que Novelty sea un "punto de encuentro de referencia de Salamanca que ofrezca a sus clientes una oferta acorde al momento en el que estamos viviendo y al momento del día".
Una cafetería con casi 120 años de historia que ha sido testigo de ciertos momentos de la historia. Desde los primeros pasos de Radio Nacional de España hasta la fundación de la Unión Deportiva Salamanca, ahora añorada en la ciudad charra. También protagonista en la vida de miles de salmantinos, que han confiado para guardar entre sus paredes momentos relevantes con amigos, familia y seres queridos. Todo guardado bajo el sonido atronador de la cafetera y el bullicio típico de un punto de encuentro social, pero que se convierte en melodía para los oídos de los más puristas.