Existen curiosidades en la historia que siguen sin descifrarse. Es el caso en la ciudad de Salamanca, concretamente en el antiguo edificio del Banco de España, sito en la plaza de los Bandos, ahora convertido en Centro Internacional del Español, que contiene 336 cajas de seguridad, cuyo contenido nadie conoce.
Este misterio se esconde en el búnker del edificio, entre varias cámaras acorazadas, estrechos pasillos de vigilancia y la cámara con las 336 cajas de seguridad y otras tantas llaves, únicas, porque el doble de las mismas para poder abrir las cajas nadie sabe dónde están ni quién las tiene.
Por ello, es todo un misterio qué pueden albergar esas misteriosas cajas que, según afirman desde la propia Universidad de Salamanca, encargada de gestionar el edificio como CIE, se intentará conocer su interior mediante una microcámara que pueda entrar por la cerradura... Mientras tanto, sigue el misterio.
Un misterio que comenzó allá por 1942, cuando el antiguo Hotel Comercio se convirtió en sede del Banco de España en Salamanca. Y con esta función llegó hasta 2003, cuando fue cerrado como sede bancaria. Ahora, para acoger el CIE, ha sufrido una importante renovación en su interior, guardando solamente elementos característicos como las cámaras, el búnker, las cajas y sus llaves, los estrechos pasillos de seguridad y, sobre todo, su estructura exterior que está catalogada.
De dos llaves, solo se tiene una, la del Banco
Uno de los misterios que entraña este vetusto edificio, que llama la atención por el granito de su fachada, así como por los escudos franquistas, son las cajas que se conservan en el búnker. Allí, junto a las puertas de seguridad, a prueba de bombas, se encuentran las 336 cajas, en las que tan solo se muestra el número y dos cerraduras.
Al lado de las mismas, una caja en la pared, cerrada con cristal, donde están otras tantas llaves, las que pertenecen al Banco. "Pero faltan otras 336 llaves para la segunda cerradura, que no sabemos ni quién las tiene, ni dónde pueden estar", asegura a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León Manuel López, guía y perteneciente a la Unidad Técnica de la Universidad de Salamanca.
Es más, asegura López, "tampoco sabemos qué contienen las mismas, ni a quién pertenecen". Especulando, y dado el tiempo que ha transcurrido desde el cierre del Banco de España, allá por 2003, se cree que muchos de los propietarios de las mismas hayan fallecido, perdido las llaves o los descendientes no saben de qué son las llaves que se pudieran encontrar. Como también de algunas empresas ya desaparecidas o que sus anteriores dirigentes ya no estén... Especulaciones, para todos los gustos.
En cuanto a su interior, es un asunto que intentará desvelar una microcámara, pero, de momento, también son especulaciones: de no contener nada y estar vacías, a tener dinero, joyas, documentos, escrituras, testamentos...
Cambio de uso
El edificio está catalogado en cuanto a su fachada, e incluido en la zona monumental de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Así, al dejar de ser utilizado como Banco de España en Salamanca, el Gobierno, propietario del inmueble, buscó diferentes alternativas para su uso. Una, la primera, como Museo de Arquitectura, prometido en la época de Jesús Caldera como ministro y que, finalmente, se fue a parar a Madrid.
El segundo uso, que ha cuajado, ha sido donar el edificio a la Universidad de Salamanca y que, con la financiación de las obras por parte de la Junta de Castilla y León, convertirlo en Centro Internacional del Español, ahora que está tan de moda hablar del español en todas las ciudades.
De esta forma, el mismo, con una reforma integral de los interiores, y con los fondos suficientes para su gestión, poder comenzar a ofrecer actividades relacionadas con la lengua. Por cierto, este CIE, creado en 2016, está dirigido por la catedrática de la USAL Nieves Sánchez González, y ahora se encuentra en el Patio de las Escuelas Menores.
De momento está cerrado porque se ultiman los últimos retoques, pero sí ofrece una imagen moderna, de gran diversidad en cuanto a las infraestructuras. Con una zona inferior y sótanos para el público en general, con actividades para el mismo, como exposiciones, congresos y conferencias. Mientras que la planta superior estará destinada a los investigadores.
Mientras, aún queda por resolver un misterio. El misterio del contenido de las 336 cajas de seguridad, a las que le falta la llave desdoblada.