Un vehículo de los servicios municipales se lleva por delante una de las columnas perimetrales del atrio de la Catedral de Salamanca. Se da el caso de que estos días, esa zona es una de las más concurridas por los actos de las procesiones de Semana Santa que, sino que salen, pasan por este lugar.
El derribo aconteció cuando una máquina del servicio de limpieza urbana se acercó al pequeño muro sobre el que se asientan las columnas, unidas entre ellas por una gruesa cadena de hierro, y la pared cedió, cayendo al suelo toda la columna y partiéndose en varios trozos.
Poco después, los servicios municipales de obras retiraron los trozos de columna, que estaba situada en la calle Benedicto XVI. Y, mediante una radial pudieron separar esta columna destrozada del resto del conjunto.
El Ayuntamiento de Salamanca estudia la forma de reponer la columna una vez que pasen las procesiones de Semana Santa.