Varios miles de salmantinos, y otros muchos que llegan para acompañar y celebrar, sobre todo en la zona del Puente Romano, se echan a la calle para disfrutar de una jornada primaveral en el tradicional Lunes de Aguas –que de agua, en estos tiempos de sequía, tiene poco-. Esta nueva edición ha sido, si cabe, más multitudinaria porque la fiesta cada vez tiene más adeptos. Diversos parajes de la ciudad son los lugares elegidos, como el Puente Romano, pero también La Aldehuela, el valle del Zurguén y, quizás, la antigua zona de Valcuevo.
En este sentido, el PSOE vuelve a quejarse, así, José Luis Mateos, en su cuenta de Twitter escribe: "Un año más en el Lunes de Aguas, la privatización de la ciudad deportiva de La Aldehuela impide a los salmantinos y salmantinas disfrutar de este espacio público con familiares y amigos". Y finaliza considerando "vergonzoso cómo el PP de Salamanca impide el uso de La Aldehuela, primando los beneficios de una empresa privada por encima del interés general".
El Lunes de Aguas de Salamanca se celebra por tercera vez bajo su condición de Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León tras la declaración de la Junta en este sentido en 2021. Esta consideración distingue a la popular celebración como foco de atracción de los visitantes que quieren conocer mejor las señas de identidad salmantinas, y que pone en valor un producto gastronómico como el hornazo.
El festejo rememora el exilio extramuros de las meretrices en el siglo XVI que, por orden de Felipe II, casado en Salamanca con María Manuela, debían pasar la Semana Santa fuera de la ciudad para limitar el libertinaje que, a sus ojos, corría por las calles. El segundo lunes tras la Cuaresma, el conocido como 'Padre Putas' devolvía a las prostitutas al otro lado del Tormes, donde los fogosos estudiantes las esperaban con viandas y con ganas de jarana.
La celebración se ha adaptado con el paso de los siglos y en la actualidad, tal y como recoge la declaración como Fiesta de Interés Regional, el Lunes de Aguas en Salamanca es un día reservado para salir con la familia al campo para merendar y degustar el hornazo típico de la efeméride. En muchos oficios, además, es un día feriado en el turno vespertino.