El Frente Obrero ha celebrado este viernes por la tarde su puesta de largo en Castilla y León con un acto en la ciudad de Salamanca que ha reunido a un centenar de personas interesadas en conocer las propuestas de este movimiento, que se define como "patriota revolucionario". Sus representantes Fermín Turia y Sara López han sido los encargados de presentar esta nueva organización política, que se presenta por primera vez a unas elecciones en los comicios generales del próximo 23 de julio, a los vecinos salmantinos.
En este acto, los portavoces del Frente Obrero se han centrado en reivindicar la defensa de los trabajadores y la recuperación de la soberanía nacional, dos de los ejes centrales sobre los que se basa el ideario de este nuevo partido. La formación, dirigida por el mediático Roberto Vaquero, ha hecho énfasis, además, en su presentación en Castilla y León en la lucha contra la "inmigración masiva" y la "ideología de género", otros dos caballos de la batalla del partido en los que se diferencia de la izquierda institucional.
El próximo jueves, 20 de julio, el partido cerrará la campaña en Castilla y León con un acto de Roberto Vaquero, presidente de la formación, y Alicia Sanz, candidata a la Presidencia del Gobierno, que tendrá lugar en Valladolid. El pasado sábado, 8 de julio, el partido dio el pistoletazo de salida a su campaña en un acto multitudinario en la Plaza Mayor de Madrid en el que el partido acusó a la izquierda de "avergonzarse de España" y reivindicó "el patriotismo, la historia y las tradiciones" españolas.
Además, sus representantes cargaron contra la "islamización de España". "Si vienen aquí deben adaptarse, integrarse y asimilarse a lo que hay aquí", aseguraba Vaquero, mostrando su oposición a los que "intentan imponer tradiciones que no tienen nada que ver con la cultura" de España. También criticaron a los que llaman "sindicatos del Gobierno", en referencia a Comisiones Obreras y UGT, defendiendo el impulso de un "sindicalismo revolucionario", e hicieron hincapié en la defensa de los autónomos, criticando la "partitocracia" y el feminismo. "Recuperar España sin complejos", coreaban los oradores y sus partidarios, en referencia al lema de campaña del partido.
Un movimiento "patriota y soberanista"
El Frente Obrero se ha hecho conocido a lo largo del último año por sus escraches a dirigentes políticos como Pedro Sánchez, Irene Montero o Yolanda Díaz. El pasado 11 de abril, en un acto en Segovia, miembros del partido boicotearon un mitin del presidente del Gobierno recriminándole su cambio de posición con respecto al Sahara, aceptando la propuesta marroquí de autonomía. "¿Cuánto te paga Marruecos?", le dijeron, mientras enarbolaban una bandera de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Los manifestantes, además, llamaron "vendeobreros" e "hipócrita" al jefe del Ejecutivo. Una acción que se repitió dos días después en un mitin en Burgos, en el que de nuevo enarbolaron la bandera del Sáhara Occidental, siendo expulsados por miembros de seguridad.
El partido se creó en octubre de 2018 y se dio a conocer en el ámbito nacional cuando en marzo de 2020 boicoteó una conferencia del entonces vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, en la Universidad Complutense de Madrid. Los militantes del grupo tildaron a Iglesias de "peón al servicio de grandes empresas y bancos". Ese mismo mes, increparon también al líder de Más País, Íñigo Errejón, acusándole de haber "dejado a los obreros en la calle" y aseguraban que "los obreros votan a Vox por algo".
También han sido especialmente incisivos con la ministra de Igualdad, Irene Montero, ya que el grupo se opone de manera frontal a sus políticas. En un acto de la ministra en la ciudad de Murcia, un grupo de jóvenes de este movimiento obrero increparon a Montero y la acusaron, además de "vender a los obreros", de ser una "enchufada", pidiéndole que hablase de las "víctimas" del Ministerio de Igualdad. El Frente Obrero se opone de forma frontal a la Ley Trans y ha llevado a cabo campañas de pegadas de carteles por todo el país contra esta ley con el lema "el sexo biológico existe, la miseria de los trabajadores también".
La formación se define como un movimiento soberanista y republicano, y aboga por la salida de España de la Unión Europea (UE) y del euro para que el país recupere su soberanía económica, monetaria y energética. Además, mantiene posiciones críticas con respecto a la inmigración masiva que, asegura, solo beneficia a los empresarios que buscan "mano de obra barata", y con las políticas LGTBI y lo que llaman la "ideología de género", ya que acusan al Gobierno de "tapar su abandono a la clase trabajadora" con esas medidas.
En materia económica abogan por la nacionalización de sectores estratégicos y por un incremento del intervencionismo del Estado en la economía y ponen el foco de sus políticas en la "defensa de los trabajadores de España", oponiéndose también a los nacionalismos periféricos y apostando por un "patriotismo obrero". Una formación que tendrá presencia por primera vez en las elecciones generales en Castilla y León y España el próximo 23 de julio.