La Mariseca lucirá hasta el próximo 15 de septiembre, tras ser colocada por los bomberos de la ciudad, en lo alto de la Plaza Mayor de Salamanca para anunciar las Ferias y Fiestas que vivirá la capital del Tormes en septiembre, en honor a Santa María de la Vega. Este símbolo, colocado en la fachada del Consistorio, está compuesto por la bandera española y la silueta negra de un toro.
El acto contó con la presencia del alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo, y estuvo amenizado por la Banda Municipal de Música. En él sonaron pasodobles taurinos como ‘España cañí’, ‘Gallito’, ‘Nerva’, ‘S.M. El Viti’, ‘La Giralda’, ‘Amparito Roca’, ‘El gato montés’, ‘Suspiros de España’, “Ragón Falez” y ‘Aquí está El Viti”.
Esta tradición se remonta, según algunos historiadores, al siglo XV, antes de la construcción de la Plaza Mayor. En sus inicios, como indicaron desde el Consistorio en un comunicado, La Mariseca se colocaba en el Rollo de la plaza de San Martín. Tras la construcción de la Plaza Mayor en 1755 y hasta mediados del siglo XIX, se izaba en el frontón del Pabellón Real o frontón del Pabellón Real de San Fernando, la primera construida de las cuatro que la integran. Desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad, el lugar elegido para su ubicación es la espadaña del Ayuntamiento.
Antiguamente, con la colocación de La Mariseca se anunciaban todos los festejos taurinos que se celebraban en la ciudad de Salamanca a lo largo del año. Desde las habituales corridas de toros en San Juan de Sahagún, en la Festividad de Santiago o en la Virgen de Agosto, hasta las circunstanciales por nacimientos de reyes y príncipes o canonizaciones de santos, que también se celebraban con espectáculos taurinos.
La revista “Salamanca y sus costumbres”, publicada en 1928, describió esta tradición del Día de la Festividad de Santiago, con “el toque suelto del reloj municipal, el disparo de estruendosos cohetes, la Banda de Música que alegra con un pasodoble torero el acto, varios hombres encaramados en la torrecilla del pararrayos de la Casa Ayuntamiento, sujetan fuertemente con una maroma la susodicha bandera española, que en lugar de lanza ostenta, como remate, un toro morucho con las fechas en que se han de celebrar las corridas”.