La hostelería de Salamanca da su apoyo al restaurante Las Cabañas de Peñaranda tras la intoxicación en una boda
La Asociación de Empresarios de Hostelería Salamanca y Provincia organiza una comida
2 agosto, 2023 09:29Noticias relacionadas
El restaurante Las Cabañas de Peñaranda de Bracamonte sigue recibiendo muestras de apoyo de la ciudad peñarandina, de la comarca y de toda la provincia, al ser considerado uno de los de mayor prestigio e historia debido a su tostón asado, que, incluso, los reyes de España, entre otros muchos famosos, han hecho alto en su camino para degustar este típico plato
El apoyo, en esta ocasión, ha llegado de la Asociación de Empresarios de Hostelería Salamanca y Provincia, quien ha organizado una comida de apoyo en el establecimiento Las Cabañas.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería manifiesta el pésame y condolencias para la familia de la mujer fallecida, aunque aún se investigan las causas de su fallecimiento tras haber asistido a la boda de su nieta, que celebró la comida en el restaurante peñarandino.
Una vez más "el sector está unido para poner en valor a un establecimiento que ha demostrado durante 138 años su profesionalidad, servicio, calidad, equipamiento, trabajo y sacrificio".
"La restauración de Salamanca y provincia se encuentra en su mejor momento y seguiremos trabajando para ser un referente gastronómico nacional", señala el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca
Carta de un vecino de Macotera
En relación con el reciente suceso que ha tenido lugar en el banquete en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca):
Mi padre es de Macotera y en las fiestas de San Roque, en pleno agosto, ha sido uno de los responsables de que sea una tradición el mítico tostón asado. No puede faltar. Este mismo sábado, 29 de julio, ampliamos el encargo inicial de uno a uno y medio, para el próximo fin de semana.
Son incontables ya los años que llevamos comprando el clásico gastronómico salmantino en Las Cabañas. Y seguiremos haciéndolo, lamentando humanamente lo sucedido, como no puede ser de otra forma.
La confianza es resultado de un vínculo que, además, se apoya en la celebración de nuestra boda en la misma finca del restaurante, en el Ventorro, hace dos años. Y donde asistiremos, también, a la boda de unos amigos, después del verano.
Macotera —donde las calles recogieron el suceso antes de que saltara, primero a los medios locales, y después, a los nacionales—, es testigo centenario de la fama del restaurante, elegido unánimemente para la mayoría de las nupcias, cuando no invitados o, simplemente, espectadores de uno de los símbolos gastronómicos que atesora la provincia, al acoger en sus salones cada año a miles y miles de comensales, llegados de todos los rincones del país.
Y ahora, el pueblo es testigo de la batalla, entre varias fuerzas desiguales: la del tsunami mediático del suceso, que salta a las noticias más leídas, la que arrolla. Es la fuerza que asume el protagonismo del titular.
La letra pequeña es ahora la fuerza eclipsada, la parte de los detalles. Los datos que se resisten a la urgencia del titular. Son esos detalles que pueden entrar en la relevancia o no, detalles como el que, mi familia, ha querido compartir en estos párrafos.
Iker González, vecino de Macotera