La diócesis de Salamanca ha emitido un comunicado en el que confirma la recepción de una denuncia presentada por Policarpo Díaz, quien señala a otro sacerdote por abusos sexuales que habría sufrido en su infancia, cuando tenía 11 años. Díaz fue párroco de La Purísima y vicario de Pastoral de la diócesis de Salamanca como número tres del obispo de Salamanca.
La diócesis ha tomado medidas al respecto y ha informado que se ha iniciado un proceso canónico en respuesta a las acusaciones. El obispo de Salamanca, José Luis Retana, tras escuchar a ambas partes involucradas, ha decidido apartar al sacerdote denunciado de sus responsabilidades pastorales y de cualquier contacto con menores.
A pesar de que el delito denunciado ya habría prescrito según la legislación española, la diócesis ha decidido activar el protocolo establecido por la Santa Sede y la Conferencia Episcopal Española para casos de abuso sexual dentro de la Iglesia.
Fuentes diocesanas han informado en este comunicado que, tras la denuncia, se ha llevado a cabo una investigación interna. El resultado de esta investigación fue enviado al Dicasterio para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede en Roma, entidad encargada de asuntos doctrinales y disciplinarios en la Iglesia Católica. Actualmente, el proceso se encuentra en curso, pendiente de resolución.
Desde la diócesis aseguran que el obispo Retana se puso a disposición del Policarpo Díaz, "ofreciendo toda la ayuda necesaria". Según este comunicado, fue el propio párroco quien decidió irse un año fuera de la diócesis, "situación que ha sido prorrogada por un tiempo".
Por otro lado, el cura denunciado por abusos ha firmado recientemente la recepción de la notificación de su dimisión del estado clerical, es decir, su secularización por parte del Dicasterio de la Doctrina de la Fe, según informan desde la propia diócesis.
La diócesis de Salamanca ha enfatizado su compromiso para "esclarecer la verdad, proteger a las posibles víctimas y poner todos los medios para evitar que estos hechos se puedan producir".
Ante esta situación, la diócesis ha instado a aquellos que hayan experimentado abusos por parte de sacerdotes, religiosos o laicos a que presenten sus denuncias ante las autoridades correspondientes, ya sea la Fiscalía del Estado o la Oficina diocesana para la Protección de Menores. La organización ha destacado su disposición a colaborar con las investigaciones y a asegurar que se haga justicia en todos los casos.
La diócesis de Salamanca acaba su comunicado indicando que no harán más declaraciones al respecto, para no interferir al proceso canónico actualmente en curso por este caso.
Policarpo Díaz hablará
Por su parte, el sacerdote diocesano Policarpo Díaz ha compartido un mensaje en el blog de la Unidad Pastoral, haciendo referencia de manera indirecta a los abusos que habría sufrido en el pasado. Díaz ha mencionado que aún persisten las heridas que lo llevaron a dejar Salamanca "y refugiarse en León", y ha insinuado que será necesario más tiempo para sanarse.
Finalmente, Policarpo Díaz ha anunciado su intención de abordar este tema con claridad y sinceridad durante la última sesión de las 'Noches de Pan y Luz', programada para el 31 de agosto donde se expresará "claro y sincero". En esta ocasión, planea hablar de su experiencia "con la fraternidad propia de hermanos y la intimidad de amigos", con el propósito de ofrecer una perspectiva más profunda sobre lo ocurrido.