La divertida anécdota de la notaria de un pueblo de Salamanca con una clienta: "No puedo conmigo misma"

Los teléfonos móviles se han convertido en un imprescindible en nuestro día a día. Los usamos para -casi- todo. Pero, sin duda, uno de los momentos en los que más lo necesitamos es cuando has vivido una intensa jornada laboral y quieres comer algo que haga que dejen de rugir las tripas.

Eso sí, mucho cuidado. Sobre todo cuando el teléfono es también una herramienta de trabajo porque puedes confundirte de persona. Una anécdota muy graciosa es la que ha protagonizado Encarnación García, notaria de Lumbrales, un pequeño pueblo de la provincia de Salamanca.

Ella lo ha definido como la "mejor anécdota" de su profesión hasta que se "jubile". Resulta que cuando trabaja hasta altas horas de la madrugada pide la cena a un bar del pueblo. Tan simple como mandar un WhatsApp, lo preparan, ella lo recoge y continúa trabajando. Hasta ahí todo parece estar bien. El problema es que el mensaje no ha llegado al destinatario correcto. No era la dueña del bar sino una clienta que se llama igual.

Un error que a cualquiera le podría pasar porque casi todo el mundo ha confundido alguna vez a dos personas que tiene registradas con el mismo nombre. Lo más surrealista de la historia es que la mujer se ha presentado en la Notaría "con la cena y una coca-cola". Un gesto por el que Encarnación solo ha podido decir un: "Me quiero morir de la vergüenza".

"Imagina que te escribe un WhatsApp a las 10 de la noche de un viernes la notaria de tu pueblo con la que firmaste unas escrituras hace un tiempo para pedirte que le hagas la cena. No entiendes nada, pero se la preparas y se la llevas a la notaría. No puedo conmigo misma", bromea.

Un gesto que, lejos de desatar las risas de los cientos de lectores de Twitter, ha provocado un mar de mensajes bonitos. Algunos hablan de un "episodio precioso que habla muy bien" de ella y la gente de su pueblo. Otros no dudan en decir que son "gente de bien" y que quieren a la mujer que le llevó la cena "de amiga". Y otros, simplemente, se atreven a transmitir que es una "fantasía", ante la perplejidad de lo ocurrido.