No todas las catedrales son de piedra, también existen otras naturales que merecen una visita. En Salamanca existen una serie de árboles catalogados de especial interés, que son Patrimonio Natural y Cultural, y se deben disfrutar como si de una ermita o una catedral se trataran. Además, están protegidos por sus características especiales de longevidad (algunos con más de 300 años de vida), tamaño (con más de 30 metros de altura) o singularidad. Constituyen, por tanto, una ruta de árboles del siglo XV al XXI.
Son pocas las ocasiones en las que tenemos la posibilidad de acercarnos a un vetusto árbol que supere la centena de años. Pero si se añade el hecho de juntar diez árboles en una ruta donde llegamos a encontrar ejemplares que superan los 500 años, el atractivo y la seducción del recorrido están asegurados.
Quien realice esta ruta encontrará un conjunto de ancianos representantes del Patrimonio Natural, los cuales han sido moldeados por los siglos y el clima. Formas altivas o recogidas, expandidas o aguzadas, generan una belleza arquitectónica que les avala con todo el derecho el nombre de 'Catedrales Vivas', como se las llama desde la Fundación Tormes, una de las propuestas medioambientales más interesantes de Castilla y León y, por no decir, de España. Además, estas 'catedrales' son de propiedad municipal, salvo dos -el olmo de la Villaselva, junto a Florida de Liébana, y las Sequoias de la Hacienda Zorita, en Valverdón-.
Tal es así, que la Fundación Tormes ha diseñado dos rutas en el bajo Tormes y en la Sierra de Béjar- Entresierras, que facilitan el acceso y conocimiento de estos árboles monumentales.
El recorrido acercará al viajero a distintos lugares de la provincia de Salamanca, por ejemplo, al moral más grande de España en San Pelayo de Guareña, o bajo los brazos de los imponentes alcornoques de los Carretos en Valdelosa, a la sequoia del Jardín El Bosque de Béjar, al haya más meridional de Europa en Herguijuela de la Sierra, o al castaño centenario de El Casarito en El Cabaco, con más de 300 años y aún vivo en la ruta de la Sierra de Francia.
Las 'Catedrales Vivas'
Fresno en San Pedro del Valle
Arboreto Fundación Tormes en Almenara
Chopo de la Ribera en Juzbado
Olmo del Arroyo de la Villaselva en Florida de Liébana
Sequoias de la Hacienda Zorita en Valverdón
Moral de Torresmenudas
Moral de San Pelayo de Guareña
Alcornoque de Santiz
Alcornoque de Zamayón
Alcornoques de Valdelosa
El moral de San Pelayo, el más antiguo de España
Si lo miramos de lejos y colocamos nuestras manos como si sujetaran la peana sobre la que crece, nos recordará a un bonsái, mimosamente cuidado para que el capricho humano oriente su copa. Pero claro, al acercarnos, el moral releva su porte, su maraña de troncos compitiendo por dar cuerpo al conjunto.
El moral invita a cobijarse bajo sus ramas, donde llegada la primavera sacará de forma tardía sus hojas. Éstas han sido eficaces para remediar diarreas, siendo por otro lado buenas para rebajar el nivel de azúcar en sangre, agradeciendo los diabéticos sus beneficios.