Salamanca, gracias a los dos conservatorios, el Profesional primero con la entrada de niños a partir de siete años, y el Superior después, único en Castilla y León, se ha convertido en una ciudad de talentos musicales. Jóvenes precoces en la música que ya dejan su impronta de un futuro de éxito. Es el caso de Víctor Grande Escudero, de 19 años, natural y residente en la ciudad de Salamanca quien, a su corta edad, ha compuesto una obra dedicada al músico salmantino Tomás Bretón, que recibirá mañana un homenaje en el Teatro Liceo a cargo de la Banda del mismo nombre. La obra se llama '1923', que es el año de su muerte, acaecida en Madrid el 2 de diciembre de 1923.
La banda está dirigida por Emilio González Hernández y en esta ocasión interpretarán un programa dedicado íntegramente a Bretón. Comenzarán el concierto con el pasacalle ‘Polca estudiantina’, seguido de ‘La estudiantina de Granada’, ‘El dos de mayo. Himno a la Independencia española’, ‘Salamanca’, el pasacalle ‘La Dolores’ o ‘Marcha y saeta’. Además, estrenarán la obra compuesta por Víctor Grande.
Este joven estudia 2º de Clarinete en el Conservatorio Superior de Música de Castilla y León. A los siete años ingresó en el Conservatorio Profesional de Salamanca, luego lo hizo en la Banda Tomás Bretón, como también en la Banda Municipal de Música de Béjar y es miembro de la Joven Orquesta Sinfónica Ciudad de Salamanca. En su haber está también dirigir el Coro de la Tercera Edad 'María Auxiliadora'. Su relación familiar con la música se centra en que sus padres pertenecieron a un coro de iglesia. Su camino lo tiene bien trazado, donde no se marca metas y, además, tiene las ideas muy claras.
Pregunta: ¿Cómo se inició su interés por la música?
Respuesta: El interés por la música salió de mis estudios que, inconscientemente, cada vez que pasaban los cursos, iba conociendo un área de la música que desconocía y, al final, es conocer gente y ámbitos que me llenaban por dentro. O sea, que me sentía a gusto.
P: ¿Víctor, por qué se decidió por el clarinete?
R: Tocar el clarinete fue también involuntario, porque cuando entré en el Conservatorio Profesional me dieron a elegir instrumento. Yo llevaba una formación de la Escuela de Música de Salamanca, y no fue premeditado, pero es un instrumento del que hoy no me arrepiento en absoluto haber elegido.
P: Joven, pero ya con mucha experiencia.
R: Sí, experiencia en todos los ámbitos de tocar con bandas de Salamanca, incluso de algunas otras provincias como Ávila. De tocar en grupos de cámara o en el Conservatorio. O fuera del mismo, con amigos, para disfrutar de la música, haciendo un concierto sin ningún tipo de finalidad, simplemente pasárnoslo bien. Y como solista, también en audiciones del Conservatorio, con la Banda Municipal de Béjar, o en conciertos que he realizado en algunos pueblos que me llaman para algún programa festivo.
"También participo en conciertos, sin ningún tipo de finalidad, simplemente para pasárnoslo bien los amigos, que es disfrutar de la música"
P: Y ahora, de compositor con la Banda Tomás Bretón.
R: Sí, por suerte. Siempre he tenido un acercamiento a la composición gracias al Conservatorio, por sus asignaturas que te permiten la opción de composición, de armonía, de análisis y, al final, poco a poco iba haciendo mis composiciones, aunque fuesen pequeñitas. Pero bueno, por comprobar lo que yo era capaz de hacer. Y el año pasado ya se estrenó una marcha de producción mía titulada 'Hacia la Catedral' y me propusieron este proyecto que se estrena mañana, y yo encantado.
P: ¿Por qué '1923', sabiendo que fue el año de la muerte de Bretón?
R: En primer lugar, por eso mismo, es el año en el que fallece Tomás Bretón en Madrid, aunque nace en Salamanca, el 2 de diciembre de 1923. Y, en segundo lugar, la obra intenta representar un recorrido por la vida profesional del maestro salmantino.
P: ¿En qué hace más hincapié de toda la historia musical de Bretón?
R: La obra, lo que intenta es hacer un recorrido por su vida en el sentido de ir añadiendo pequeños fragmentos, a modo de alegorías, algunas de las melodías más conocidas como son las de la zarzuela 'La verbena de la Paloma' o la ópera 'La Dolores'. Hay una parte de 'Parce mihi Domine: lección de difuntos para tenor con acompañamiento de armonium, violonchelo y contrabajo', que es una obra suya que estaba en manuscrito, por ejemplo. Al final, lo que intento es recoger el recorrido vitalicio de su obra terminando con la 'Lección de difuntos', un poco representando la muerte de Tomás Bretón, y haciendo un recordatorio de todas esas melodías que han ido apareciendo en su obra, como el legado que ha dejado Bretón.
P: ¿Qué supone para usted que la Banda Tomás Bretón interprete esta composición suya, '1923'?
R: Una alegría y un honor importante, y más siendo la banda en la que yo he crecido. Llevo aproximadamente unos diez años en esta formación, porque ha sido una banda que, además, es como una familia para mí, como para todos los miembros de la misma. Más si es en el Teatro Liceo, que es uno de los más emblemáticos, por no decir el más importante de Salamanca.
P: Mientras se interpreta su obra, usted tocará el clarinete.
R: Cierto, estaré interpretando con el clarinete, durante todo el concierto, junto a la Banda, porque pertenezco a ella. Porque, aunque sea mi propia obra, creo que merece la pena, porque además se interpreta el repertorio de Tomás Bretón.
P: ¿Qué será lo siguiente en su carrera musical?
R: Lo siguiente, a lo mejor no tiene tanto que ver con la composición, sino a mi proyecto personal de finalizar todos mis estudios. Fuera de los estudios tengo un dúo de música electrónica, en el que me planteo incluso sacar algún álbum. Aunque todavía está en camino.
P: A los jóvenes músicos y compositores de clásica siempre les hago la misma pregunta, ¿cuando salen por la noche, qué les parece el regatón, el rap o toda la música urbana y latina que se escucha hoy en día?
R: Yo soy de salir de fiesta y no tengo ningún problema en decirlo, pero sí que es verdad que, lógicamente, lo que más se escucha hoy es el regatón, el rap y todo eso. Son dos mundos que pueden convivir. No hay ningún problema, porque existen recursos que se usan en la música popular, o en la música urbana, que se pueden trasladar a la música clásica, y viceversa. Aunque los más puristas me dirán que eso es algo inviable, yo creo que no tiene nada de malo que puedan convivir los dos mundos, como se ha hecho siempre. Solo que antes, a lo mejor solo teníamos la música clásica, pero al final también había grupos de música en un bar, como los grupos de jazz, que serían en su momento lo que es la música popular, o la música urbana. Por tanto, no veo nada de malo, y soy el primero que, cuando me veis por la calle con los cascos, voy escuchando canciones de cualquier otro artista.
P: Ahondando más fuera de la clásica, ¿qué es lo que más le gusta?
R: Yo tengo un punto de rock alternativo, e incluso también de pop. No tengo ningún problema y me gusta escucharlo. Es más, ya digo que cuando voy en el autobús escuchando música, habitualmente no suelo escuchar la 4.ª sinfonía de un compositor clásico. Puedo estar escuchando alguna pieza de música clásica, pero también puede ser de música urbana.
"Los más puristas me dirán que es algo inviable, creo que no tiene nada de malo que puedan convivir los dos mundos, como se ha hecho siempre, la música clásica y la música llamada hoy en día urbana"
P: ¿Alguna nueva idea ya para componer?
R: Tengo un proyecto comenzado que, de momento, ahí se ha quedado un poco estancado por todos los estudios. Tiene que ver con el tema orquestal y coral, porque me gusta mucho el mundo del coro y de la orquesta. Con el coro se tiene un montón de posibilidades infinitas.
P: ¿Orquesta o banda, he ahí el dilema?
R: Pues diría que banda, más que nada porque, al final, las bandas son donde más me he movido cuando me han llamado a tocar, siempre han sido bandas. Aunque no tienen nada de malo ni una ni la otra, todo lo contrario, todo son ventajas, pero yo siempre he vivido con la banda, que tiene muchísimas posibilidades. Es un mundo que en Salamanca, en concreto, está poco explorado, porque te vas al Levante y a zonas de Galicia y ves unas bandas de músicos profesionales que, al margen como es obvio de hacer música, van a ganarse la vida integrando una banda.
P: Finalmente, ¿cuando termine el Conservatorio Superior, qué destino tomará?
R: Buena pregunta, porque estoy ahora mismo abriéndome muchos caminos, pero uno que siempre ha estado en mi cabeza es el de la pedagogía, o sea, la enseñanza. Siempre me ha gustado poder enseñar todo lo que sé, trasladárselo a alguien, y transmitirle sobre todo el cariño que le tengo a la música. Inculcárselo a alguien que está empezando para que no pierda la ilusión, que al final, por unas cosas o por otras, por desilusiones, porque un día te ha salido mal una actuación, porque un día tu profesor te ha dicho que lo que le llevabas a clase estaba mal, al final nos desanimamos. Creo que a veces necesitamos ese plus de que tu profesor te anime a tirar hacia adelante. Al final, la música no es tanto una profesión, sino un método de vida, al cual te metes y no puedes salir. Es el caso de gente que trabaja, por ejemplo de médico, y que se apunta a una banda no profesional como la 'Tomás Bretón', los lunes de 8 a 10 de la tarde ensayan dos horitas para desconectar del mundo de diario, para estar con la música y disfrutar de ella. Es un mundo distinto y muy bonito.
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