Lunes de San Valerio y clima de lo más inusual en la localidad salmantina de Valero, el pueblo de apertura de temporada para todo buen aficionado de la vieja provincia charra. Tarde de 17 grados, un ambiente en los montes y gradas, impropio de lunes laborable. Atrás quedan aquellas gélidas tardes de abrigos, bufanda y guantes, con aquella brisa del río que penetraba hasta los huesos. Aparecía Miguel Perera a los sones de la charanga y el popular tamborilero Ángel Rufino de Haro “El Mariquelo”.
Suena el himno de España tras el paseíllo y aparece por toriles el primero de la tarde, un castaño bien presentado, con carita de embestir. Tímido paso por varas. El extremeño quita al toro del caballo acompasando con unos elegantes lances a capote vuelto rematados con una media verónica. Brinda al público Perera tras una buena actuación de los rehileteros, comenzando la faena de muleta en lo que el celebre “Mariquelo” arranca a tocar Salamanca Tierra Mía. El extremeño cuaja series de gusto y valor, primando su preferencia por los pases con la muleta cargada, arrimones, quizá exceso de muletazos, un pase cambiado a mayores y unas manoletinas para cerrar la faena. Estocada en todo lo alto, por ponerle un pero, quizá algo trasera. Dos orejas.
Aparece en el bello coso de Valero un negro apretado, muy bien presentado, arreglado en exceso de pitones, con un morrillo que da gusto verlo. Paso raudo por las varas, en buen sitio eso sí, recibiendolo Perera con unas gaoneras y una media elegante para rematar. En el sitio las banderillas, tras el último par, el burel cae resbalado con el piso provocando carreras sin capote de cuadrilla y matador. Perera brinda de nuevo al pueblo e inicia de rodillas mientras suena el pasodoble S.M. “El Viti” levantando al respetable en una oda de alarde y valor. El extremeño alardea de su gallardía, tanto que en un remate serial se deja coger del astado cual tierno becerrista en una plaza de pueblo serrano. En el percance el toro rompe su calzona campera, teniendo que ser remendada en el instante con esparadrapo de color carne. Muy en torero, Perera vuelve dispuesto a pegar una serie arrimada con la mano izquierda, terminada, pone en ‘pause’ al toro de los matilla para ir a por unos pantalones pitillos blancos recién cortados y que no se le escaparan los dídimos extremeños del lugar, y hartando a muletazos al toro hasta el final. Con los aceros, pinchazo a la primera y media estocada trasera a la segunda. El toro dobla tras constantes entradas con el descabello. Oreja.
Termina el festejo con petardos para celebrar las fiestas, quizá algo tuviera que ver con la bonita tarde en el bonito pueblo del Campo Charro que acogió en su festejo a personalidades como el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja o el matador de toros Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea”.
Ficha técnica:
Plaza de Toros de Valero (Salamanca). Tradicional Festival Taurino Con Picadores en honor a San Valerio.
Toros de la ganadería de Hnos. García Jiménez para los diestros:
Miguel Ángel Perera, dos y oreja tras descabello.
*El primer toro recibió Palmas en el arrastre.